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Get on board: París & Roma

¿Quién tendrá la mejor línea de metro? ¡Organiza los trayectos de tus pasajeros a través de las ciudades más románticas del mundo! ¡No dudes en compartir tramos con otros jugadores y crear trasbordos que proporcionan más puntos!

Revela una carta y traza la línea ideal para marcar las mejores casillas de pasajero y de lugar. Completa tus objetivos e intenta conseguir la mayor cantidad de puntos en este magnífico juego de estrategia urbana ideal para jugar en familia, con amigos… ¡y amantes!

Así se presenta Get On Board: París & Roma, un juego creado por Saashi, ilustrado por Monsieur Z y que nos trae la editorial Devir.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 1 tablero de dos caras
  • 50 hojas de jugador de dos caras
  • 166 fichas
    • 160 de ruta
    • 5 de origen
    • 1 de revisor
  • 30 cartas
  • 5 lápices
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

En la ciudad, a medida que oscurece y las farolas empiezan a brillar, los viajeros fantasean con sus planes para la noche… ¡Adiós al trabajo! ¡Nos subimos al metro! Bajo tierra, los vagones traquetean y las estaciones pasan borrosas. Llega la noche: ¿iremos de concierto o a comer algo? Mientras recorren los transbordos, las mentes se dejan llevar por la ensoñación, empapándose del ambiente romántico de las ciudades del amor. Quién sabe dónde nos llevará este trayecto…

Get on board París & Roma es un flip and write en el que los jugadores deberán construir una línea de metro y competir con el resto de jugadores por ver quién pasa por los mejores lugares y recoge a diferentes pasajeros para conseguir más puntos de victoria que sus rivales.

¿Cómo se juega?

Preparación

  1. Colocad el tablero en el centro de la mesa teniendo en cuenta que para partidas de 2 o 3 jugadores se debe utilizar el lado de Roma y para partidas de 4 o 5 jugadores el lado que muestra la ciudad de París.
  2. Cada jugador:
    1. Escoge un color y coloca todas sus 32 fichas de línea de metro y su ficha de punto de origen delante de él.
    2. Coge un lápiz y una hoja de jugador, asegurándose de que cada diagrama debajo de los tickets es diferente para cada uno de ellos.
  3. Barajad:
    1. Las 6 cartas de objetivo común y colocad, al azar, 1 de ellas en cada uno de los 2 espacios situados más a la izquierda del tablero y mostrando la cara amarilla.
    2. Las 5 cartas de objetivo personal del mapa que estéis jugando y repartid, en secreto, 1 a cada uno de los jugadores.
    3. Las 12 cartas de billete de metro, en el caso de que estéis en el mapa de París, o solo las cartas del 1 al 6 si estáis en el de Roma. Repartid 2 cartas en secreto a cada jugador quienes se deben quedar con 1., que colocará boca arriba delante de él y colocará su ficha de origen en el punto que indica.
    4. De nuevo las 12 cartas de de billete de metro y formar un mazo de robo colocándolo en el espacio correspondiente del tablero.
  4. Elegid el jugador inicial quien recibe la ficha del revisor. El juego recomienda que sea el jugador con más edad.

Desarrollo

Una partida de Get on board: París & Roma consta de 12 rondas. Cada una de estas rondas tiene 4 fases:

  1. Nuevo billete de metro: El revisor revela la carta superior del mazo de billetes de metro y la coloca boca arriba en el espacio de descarte. Cada jugador marca la casilla del valor correspondiente en la zona de billetes. En partidas de 2 o 3 jugadores, cada jugador deberá marcar también la casilla que coincide con el color del borde del primer billete de la primera ronda. Este color determina en qué tramos de línea rápida será más fácil hacer transbordos.
  2. Trazar línea: Empezando por el revisor, se juegan turnos en sentido horario, siguiendo estos dos pasos:
    1. Colocar fichas: En el tablero, traza la línea con las fichas según la forma indicada por el billete de metro revelado esta ronda.
    2. Subir al metro: Por cada pasajero o lugar al que llegue el jugador con sus fichas durante el paso anterior, deberá aplicar los efectos correspondientes.
  3. Comprobar objetivos comunes: Se comprueba si alguno de los jugadores ha cumplido alguno de los objetivos comunes. En el momento en el que uno o más jugadores completan un objetivo amarillo en la misma ronda, todos anotan 10 puntos en la zona de objetivo común y se da la vuelta a la carta para que muestra su lado azul. Si un jugador completa la misión por este lado, recibirá 6 puntos en lugar de 10.
  4. Cambiar revisor: El jugador que tenía la ficha de revisor la pasa al siguiente jugador en sentido horario y se inicia una nueva ronda.

Colocar las fichas en el tablero

Para crear el trazado de la fase 2, se debe tener en cuenta las siguientes restricciones:

  • Solo puede haber una ficha del mismo color en un mismo tramo.
  • Se debe comenzar a trazar la línea donde se terminó en la ronda anterior.
  • Se tienen que colocar tantas fichas y el tramo debe tener tantas rectas o curvas como indique la hoja.
  • No se puede retroceder.

Trasbordos

Cada vez que un trazado atraviesa un tramo de línea que ya tiene una o más fichas de otros jugadores, el jugador debe marcar tantas casillas de la zona de trasbordos como fichas hubiera. Además, a partidas a 2 jugadores, si el tramo es del color de trasbordo rápido, marcará una casilla adicional.

Entrada en el metro

Cada vez que un jugador llegue a una parada de metro deberá rodear uno de sus símbolos en su hoja de puntuación. A partir de ese momento, el jugador puede tachar un símbolo rodeado para, al final de su turno, colocar una ficha de tramo adicional a las que ya haya colocado.

No se permiten retrasos

Si una línea de un jugador llega a una intersección que ya había llegado antes, el jugador es eliminado de la partida.

En cambio, en cualquier momento, un jugador puede intercambiar una línea por una curva, o viceversa, del trazado que tiene que dibujar en el tablero teniendo que tachar la correspondiente casilla de la zona de curvas.

Efectos de pasajeros o lugares

  • Abuelitas: Marca la casilla de abuelita más arriba disponible. Al final de la partida cada casilla marcada te dará tantos puntos como indique.
  • Estudiantes o cines: Marca la casilla correspondiente. Al final de la partida se deberán multiplicar las casillas marcadas de estudiantes por la de cines y te dará dichos puntos.
  • Ligones y restaurantes: Marca una casilla de ligón con fondo claro o fondo oscuro, según el pasajero, de la fila más arriba que este disponible. Una vez marcada alguna casilla de una fila, si el jugador pasa por un restaurante deberá contabilizar los puntos que te da dicha fila y la bloquea. Al final de la partida, los ligones te darán tantos puntos como la suma de puntos de cada fila que haya conseguido bloquear.
  • Turistas y óperas o teatros: Marca una casilla de turista de la fila más arriba disponible. Si ya hay algún turista marcado en la fila, al pasar por un teatro o una ópera se cierra la fila con tantos puntos como indique el número de turistas que se han conseguido.

Fin de la partida

La partida finaliza en el momento en el que concluye la ronda número 12. En ese momento se suma la puntuación final siguiendo los siguientes pasos:

  1. Cada entrada de metro con un círculo que no haya sido tachado el jugador recibe 2 puntos.
  2. Sumad los puntos negativos por cada casilla marcada de la zona de curvas.
  3. Sumad los puntos por cada casilla de abuelita marcada.
  4. Multiplicad las casillas de estudiantes marcadas por las casillas de cines marcadas.
  5. Sumad los puntos anotados por filas resueltas durante la partida tanto de los ligones como de los turistas.
  6. Sumad todos los puntos de cualquier objetivo común completado.
  7. Comprobad vuestro objetivo personal. Si se ha llegado a 1, 2 o 3 de las intersecciones requeridas, el jugador recibe 2, 5 o 10 puntos respectivamente.
  8. Comprueba la última casilla de transbordo que se haya marcado y que proporcione puntos y súmalos a tu puntuación.

Por ultimo, suma todos los puntos que otorga cada categoría y el jugador que haya conseguido más puntos en total se proclama ganador de la partida. En caso de empate, los jugadores comparten la victoria.

¿Cuál es nuestra valoración?

Tras el éxito conseguido con Get On Board: Nueva York y Londres, Devir ahora nos trae a su hermano Get On Board: París & Roma, que es totalmente independiente del anterior. De hecho, no sería de extrañar que pudiera haber un tercer juego en mente o incluso que se pueda convertir en una saga longeva. Obviamente esto dependerá del éxito que se consiga con el tiempo, pero cuando vimos y conocimos al primero, ya todos podíamos pensar que es el típico juego que es carne de expansiones o versiones utilizando mapas de otras ciudades reales o incluso ficticias. Así que tiempo al tiempo.

En cuanto a la estética y componentes, este Get on Board: París & Roma sigue la misma línea que su predecesor. Una caja de tamaño moderado, pero con cierta altura, bien ilustrada y muy colorida. Dentro nos encontramos con el tablero reversible, en el que por un lado vamos a tener al mapa de Roma, utilizado para partidas de 1 a 3 jugadores, y por el otro lado se encuentra el mapa de París que es para 4 o 5 jugadores. Después nos vamos a encontrar con todas las fichas de madera de colores y que colocarán los jugadores en el tablero para representar su línea de metro, todas las cartas, los lápices y, por supuesto, el gran bloc de puntuación tan característico de este tipo de juegos.

Si hablamos de sus mecánicas y de su jugabilidad y no conoces a su hermano, decirte que estamos ante un juego flip & write, es decir, un juego en el que en cada turno se le dará la vuelta a una carta y deberemos escribir algo en nuestra hoja de puntuación en función de lo que haya salido. Pero el gran aporte original de los Get on Board es que para poder escribir algo en nuestra hoja tendremos que hacer antes un paso intermedio.

Este paso intermedio consiste en que, en función del número de la carta que se revele y del tipo de trazado que tengamos asociado a él en nuestra hoja, deberemos poner en el tablero fichas de nuestro color uniendo diferentes puntos del mapa para representar una línea de metro. Y en función de a qué tipo de puntos del mapa llegamos, ahora sí, anotaremos en nuestra hoja de puntuación lo que corresponda.

Es una mecánica sencilla, divertida y muy efectiva. Sobre todo, por todo lo que aporta el tener que ir dibujando nuestras líneas de metro por un mapa que, además, es común para todos los jugadores. Y esto es un elemento diferenciador muy destacable porque añade cierta interacción entre los jugadores y que no suele estar presente en este tipo de juegos.

Obviamente, la chicha del juego radica en lo bien o lo mal que lo hagamos construyendo nuestro recorrido de metro, teniendo en cuenta los lugares por los que pasamos, las personas que recogemos en el trayecto y si vamos o no cumpliendo con los objetivos, tanto comunes como privados, que hubiera durante la partida. Todo esto nos irá dando puntos que al final de partida comparemos con el resto de los jugadores para saber si somos los que más hemos conseguido y, así, proclamaremos los vencedores.

Si, por el contrario, ya conoces el primer Get On Board, podrás hacerte una idea aproximada de lo que te vas a encontrar en este y, por tanto, lo que más querrás saber son las similitudes y diferencias que existen entre ambos y si se pueden llegar a pisar o no.

En cuanto a las similitudes es bien sencillo. Se resume en que las mecánicas y la forma de jugar es prácticamente igual. De hecho, todo lo que has leído en los párrafos anteriores vale para los dos juegos. Incluso también la propia reversibilidad del tablero, ofreciéndote dos ciudades distintas para según el número de jugadores.

Por otro lado, sí que hay ciertos cambios y bastantes diferencias en los entresijos de las mecánicas y la forma de puntuar que hace que el juego tenga un sabor, aunque parecido, distinto.

Para empezar, uno que se ve a simple vista son las ciudades en las que vamos a jugar. Antes eran las dos ciudades de habla inglesa tan importantes como son Nueva York y Londres. Ahora visitaremos dos de las capitales europeas más románticas y especiales del mundo como son París y Roma. Además, también existen diferencias con respecto al método de transporte que utilizamos ya que ahora deberemos trazar las líneas de metro, mientras que antes consistía en dibujar las líneas de autobús.

Otro ejemplo de cambio importante son los objetivos personales. En el primer juego, estos objetivos, eran secretos y solo conseguíamos los puntos si los complementábamos enteros. En cambio, ahora, los objetivos personales son públicos e iremos consiguiendo puntos a medida en el que vamos llegado a los distintos puntos marcados. Por tanto, donde antes era un todo o nada y había que elegir casi desde el principio si íbamos a por el objetivo o buscábamos los puntos por otro lado, ahora, podemos cumplirlo parcialmente, obteniendo así puntos a pesar de que al final no podamos unir los tres puntos indicados.

Otra de las diferencias que podemos encontrar es la forma en la que podemos construir un tramo extra de nuestra línea en nuestro turno. En Londres y Nueva york, este palito demás que nos dejaban construir se debía a que llegábamos, en nuestro turno, a una localización del mapa en el que había un semáforo en verde y debíamos construirlo en ese mismo momento.

En cambio, en París y Roma, para poder conseguir este tramo extra primero deberemos ganarnos el derecho llegando a una intersección con metro. Si lo hacemos, debemos rodear en nuestra hoja de puntuación el símbolo correspondiente y, si queremos, en cualquier turno gastarlo con tal fin. Es decir, podemos decidir cuándo hacerlo. Eso sí, la genialidad es que, si no los gastamos, nos dará 2 puntos extra por cada casilla de metro que hayamos llegado y no hayamos utilizado. Por tanto, ahora hay que pensar muy bien si merece la pena o no emplearlo para ese tramo extra ya que dejaremos de ganar valiosos puntos.

Otro ejemplo de diferencia es el tema de la fluidez del tráfico. Donde antes había atascos y nos ocurría que si la ruta pasa por un tramo en el que ya hay una o más piezas, debemos marcarnos en nuestra hoja los autobuses de atasco, que nos dan PV negativos al final de la partida, ahora disponemos de los transbordos y líneas rápidas que nos dará puntos positivos si coincidimos con fichas de otros jugadores. Por tanto, lo que antes penalizaba ahora se incentiva a hacer.

Por último, otro de los cambios, o más bien añadidos, en este París y Roma es la inclusión de un modo solitario, tan aclamado en estos tiempos, en el que tendremos que enfrentarnos a la IA del juego.

Como vemos, son cambios que no modifican la esencia del juego, pero sí que hay suficientes diferencias como para notar que son juegos totalmente independientes y que no se pisan.

Con respecto a la escalabilidad, el juego va de 1 a 5 jugadores y debemos decir que escala muy bien. Uno de los motivos principales es, como es lógico y hemos comentado, gracias a la reversibilidad del tablero con la que podemos jugar con un mapa por uno de sus lados, o al otro por el otro lado, dependiendo del número de jugadores. Esto hace que, si jugamos 2 o 3 jugadores, al tener que jugar en el mapa de Roma sentiremos más juntitos y sea más fácil coincidir más en las líneas que vamos trazando y no nos centremos cada uno por su lado. Es más, como hemos visto, el juego, en esta ocasión, lo incentiva.

Es cierto que a 3 y a 5 jugadores, en sus respectivos mapas, vamos a puntuar más en la zona de trasbordos que quizás siendo especialmente 2 que solo lo haremos si lo buscamos muy concienzudamente, pero, aun así, como decimos, es el clásico juego que se disfruta a cualquier número.

Además, como hemos comentado, esta nueva versión incluye un modo solitario, que jugaremos en el mapa de Roma, y que se agradece mucho porque es bastante entretenida y dinámica.

Por otro lado, como ya podéis imaginar, al tratarse de un flip & write, la rejugabilidad es una característica que está por descontada. Y no solo porque muchas de las situaciones del juego son relativamente al azar, como la posición inicial en el tablero, el orden en el que salen los tickets que marcan los trazados, los trazados equivalentes que tiene cada uno en sus hojas de puntuación, los objetivos… sino también porque la estrategia de los jugadores puede variar considerablemente entre unas partidas y otras.

Es cierto que estas estrategias pueden estar un poco condicionadas por la casilla inicial y los objetivos, tanto privados como públicos, que aparezcan en la partida, pero al final, el recorrido y las casillas por las que puede y quiere pasar el jugador pueden variar sustancialmente y, por tanto, habrá partidas en las que consideremos que es mejor conseguir cierto tipo de casillas y objetivos, otras en las que creamos que es mejor ir a por otro tipo o, incluso, en otras que necesitamos tocar todos los palos.

Por tanto, por todo lo comentado, queremos concluir que con Get on Board: París & Roma estamos ante un juego flip & write muy interesante, rápido y dinámico de jugar y muy parecido a su predecesor, pero con las suficientes diferencias para tener sabores diferentes y para poder compartir estantería sin ningún problema.

Ambos juegos son perfectos para disfrutar en familia, con una altísima rejugabilidad, buena escalabilidad y una dificultad y duración contenida que hacen que echar más de una partida sea bastante factible.

Si te gusto Get on Board: Nueva York & Londres este te va a gustar aún más si cabe y si no lo conoces y te gustan este tipo de juegos, empieza por cualquiera, que ambos los vas a disfrutar.

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