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Coral

Cultivad juntos un arrecife de coral ¡pero guárdate los mejores lugares para ti!

Así se presenta Coral, un juego creado por Tangi Tabuteu, ilustrado por Tatiana Boyko y que nos trae la editorial 2 Tomatoes Games.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 24 piezas de coral
    • 6 piezas de coral rojo
    • 6 piezas de coral tubular
    • 6 piezas de coral sol
    • 6 piezas de coral cerebro
  • 4 peones de coral, uno por especie
  • 1 cubo de roca
  • 6 cartas de preparación de partida
  • 12 cartas de puntuación para las partidas en solitario
  • 1 bolsa de tela
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

En Coral deberemos ir haciendo crecer un arrecife de Coral con las diferentes fichas de colores que tengamos a nuestra disposición.

Deberemos irnos expandiendo pero siempre con la intención de estar lo más cerca posible de la superficie para que el sol nos ilumine ya que lo necesitamos para sobrevivir.

¿Cómo se juega?

Preparación

  • Cada jugador escogerá una especie de coral y cogerá todas las piezas de dicho color y su peón. Si sobran especies no seleccionadas, serán especies neutras pero no usaremos sus peones.
  • Cada jugador cogerá las siguientes piezas, según el número de jugadores:
    • 2 jugadores: 6 piezas de nuestra especie y 3 piezas de una especie neutral.
    • 3 jugadores: 6 piezas de nuestra especie y 2 piezas de una especie neutral.
    • 4 jugadores: 4 piezas de nuestra especie y 1 pieza de una especie neutral.
  • Colocaremos la roca en el centro de la mesa.

El jugador que haya tocado agua del mar más recientemente será quien empiece esta fase de preparación en la que deberemos ir colocando piezas hasta que la roca esté totalmente cubierta, siguiendo estas reglas:

  • Al menos un icono de la pieza que coloquemos debe estar conectada a una cara de la roca. Para que dos caras estén conectadas, deben estar en contacto y alineadas por sus respectivos centros.
  • Al menos un icono de la pieza que coloques debe estar conectado a la mesa.
  • No puedes cubrir la pieza de otro participante.

Si no podemos colocar una pieza siguiendo estas 3 reglas, seguiremos las dos primeras y, sino, la primera.

Cuando la roca esté totalmente cubierta, por turnos, colocaremos nuestros peones encima de cualquier icono vacío que no coincida con nuestra especie.

Desarrollo

Jugaremos un número indeterminado de turnos empezando por el jugador que colocó el peón el primero y siguiendo en el sentido de las agujas del reloj.

Deberemos escoger una de las 4 posibles acciones: Crecer, mover donde tendremos dos opciones: deslizar y flotar.

Crecer

Colocaremos una pieza de nuestra reserva (propia o de otro color) conectada a un cubo en el que se encuentre nuestro peón. Dos de sus iconos deben estar conectados y alineados en sus respectivos centros.

La pieza que coloquemos debe permanecer en su lugar por sí misma y no caerse cuando la soltemos así como no tocar ni mover una pieza de otro participante.

Si nuestro peón no tiene un cubo justo encima, podremos levantarlo para hacer crecer una pieza usando el icono que haya justo debajo de él. Como un peón nunca puede tocar su propia especie, podremos crecer de esta manera usando una pieza de nuestra reserva que no sea de nuestra especie.

Mover

Al realizar esta acción, deberemos elegir entre deslizar y flotar.
Si realizamos dos acciones de mover en 2 turnos consecutivos, deberemos descartar una pieza de nuestra reserva y no podrá volverse a usar.

  1. Deslizar: Moveremos nuestro peón por el arrecife de un icono a otro, por los caminos que sean visibles cuando miremos el arrecife desde arriba. Podremos movernos tantos iconos como queramos teniendo en cuenta las siguientes reglas:
    • Nuestro peón no puede moverse en diagonal.
    • El peón ignorará las diferencias de altura entre los iconos cuando se mueve y debe terminar su movimiento de pie sobre un icono.
    • Nuestro peón no debe moverse, atravesar o terminar su movimiento en un icono de nuestra propia especie ni en un icono ocupado por otro peón.
    • El peón no puede salir del arrecife ni tocar la mesa.
    • Nuestro peón puede moverse incluso si comienza su movimiento debajo de una pieza.
  2. Flotar: Retiraremos nuestro peón del arrecife para que, al comienzo de nuestro próximo turno, lo coloquemos encima de cualquier icono vacío que no sea de nuestra propia especie. No podremos realizar otra acción en nuestro turno.

Las caídas

Los arrecifes de coral están en peligro de extinción y es importante mantener su estructura e integridad.

Al empezar la partida deberemos acordar si aplicaremos penalizaciones en caso de que haya piezas o peones que se caigan mientras jugáis.

Si se aplica, se devolverán a la caja todas las piezas caídas que sean neutrales o de quien provocó la caída. También devolveremos a la reserva de sus propietarios las piezas caídas, que se podrán hacer crecer más adelante siguiendo las reglas normales.

Devolveremos también los peones caídos a la reserva de sus propietarios y podrán volver a colocarlo donde quieran en el comienzo de su próximo turno, antes de realizar su acción.

Variantes

  • Caos: En la repartición de piezas durante la preparación, cada jugador recibe 2 piezas de su color y el resto las mezclaremos en la bolsa. Después nos turnaremos para sacar piezas de la bolsa de una en una para formar nuestra reserva personal.
  • Simbiosis: Se forman dos equipos de dos jugadores, que se sentarán enfrente de su compañero de equipo. Al realizar la acción de mover, el peón del jugador de nuestro equipo puede moverse a través del nuestro. Al terminar, se sumarán las puntuaciones de los dos jugadores.

Modo solitario

Jugaremos con las 4 especies de coral al mismo tiempo e iremos obteniendo puntos para cada una de ellas.

Nuestro objetivo será obtener la puntuación más alta pero en este modo de juego, a cada especie le asignaremos una carta de puntuación con condiciones de puntuación únicas.

Deberemos equilibrar las necesidades de cada una de las especies para crear un ecosistema armonioso. Al final de la partida compararemos nuestra puntuación con una tabla de puntuación para ver cómo lo hemos hecho.

Fin de la partida

El final de la partida se activa cuando alguien coloca su última pieza. A partir de ese momento, el resto de jugadores con piezas en su reserva deberán descartar 1 pieza por turno.

Una vez que todas las reservas estén vacías, se empezará el recuento de puntos.

Se evaluará el arrecife visto desde arriba ya que los corales necesitan luz solar para sobrevivir. Cada participante sumará 1 punto por cada icono de su especie que reciba luz solar, aún teniendo el peón encima.

El jugador con más puntos habrá ganado y si hay empate, quien tenga el mayor número de iconos visibles en el nivel más alto, ganará. Si se sigue empatando, evaluaremos los siguientes niveles.

¿Cuál es nuestra valoración?

Coral es un juego abstracto en el que cada jugador representará a una especie de coral diferente que se está expandiendo en el fondo marino en torno a una roca inicial.

Tendremos que ir ocupando la mayor extensión de espacio posible pero teniendo en cuenta que cuanto más cerca de la superficie estemos, mejor será, ya que necesitamos la luz solar para sobrevivir.

Este juego se presenta en una caja cuadrada de buen tamaño que nos sumerge de pleno en lo que vamos a vivir durante la partida ya que su llamativa portada marina, que es muy colorida, nos muestra diferentes especies de corales mezclados en las profundidades.

Al levantar la tapa lo primero que llama nuestra atención son las diferentes piezas de madera de colores en forma de L, muy manejables y de tamaño considerable, que utilizaremos para hacer crecer a nuestro coral. Vienen serigrafiadas con iconos, no las han dejado como trozos de madera planas y eso es un punto positivo, representando a cada uno de los corales del juego, por lo que se diferencian por color e iconos.

También incluye una bolsa negra opaca serigrafiada con el nombre del juego, los peones de madera de los diferentes jugadores, el cubo de la roca entorno a la que todo comenzará y diferentes cartas de textura lino que nos servirán para ayudarnos con el inicio de partida o las que utilizaremos si lo jugamos en solitario.

Una producción de 10 con buenos materiales y un diseño llamativo que tiene cada detalle cuidado al milímetro y eso se agradece para conseguir un juego de los que de verdad catalogaríamos como bonito.

Antes de ponernos a disfrutar del juego, debemos saber que es muy probable que haga falta que nos pongamos de pie varias veces durante la partida ya que es un juego totalmente en 3D que juega con las perspectivas y en el que tendremos que ir viendo desde diferentes ángulos cómo están colocadas algunas de las piezas para seguir avanzando.

Lo primero que deberemos hacer es elegir qué especie de coral seremos y repartir un número determinado de fichas a cada jugador, dependiendo del número de personas que seamos. Aquí recibiremos fichas de nuestro color pero también de los corales de otros jugadores o neutrales.

Colocaremos la roca en el centro de la mesa y alrededor de ella deberemos ir colocando nuestras piezas hasta que la roca esté totalmente cubierta. Tras ocultarla, colocaremos nuestros peones encima de cualquier icono vacío que no coincida con nuestra especie.

La partida tendrá un número indeterminado de turnos y tendremos 4 posibles acciones a realizar: podremos hacer crecer nuestro coral, colocando una pieza de nuestra reserva conectada a un cubo en el que se encuentre nuestro peón, sin que la pieza se caiga una vez la coloquemos.

Otra acción será mover, donde deberemos elegir entre deslizar y flotar. Para deslizar, moveremos nuestro peón por el arrecife de un icono a otro por los caminos que sean visibles cuando estemos mirando el arrecife desde arriba con la única restricción no poder ocupar espacios de nuestro mismo color.

Para flotar, quitaremos nuestro peón de encima de los corales para que en el próximo turno lo podamos colocar encima de cualquier icono vacío que no sea de nuestra propia especie.

Son acciones que parecen sencillas pero hay que tener mucho ojo al realizarlas y colocarnos bien, como hemos dicho incluso de pie, ya que de ese modo tendremos una buena perspectiva.

Deberemos ir gestionando bien cómo colocamos las piezas de nuestra reserva ya que tendremos piezas propias y piezas neutrales o de otros jugadores y, como el peón no podrá estar sobre nuestro propio color, si colocamos piezas de otros en las partes superiores para poder situar a nuestro peón, estaremos de alguna manera haciendo que ellos mejoren.

Tenemos que ir viendo qué espacios son más ventajosos para nosotros a la vez que bloqueamos posiciones para los demás y ajustándonos a la vez a sus propios movimientos en los que los rivales intentarán hacer lo mismo. Todo esto a «contrareloj» ya que una vez que los oponentes van gastando piezas y cuando alguien se quede sin ellas, se activará el final de partida y empezará el recuento de puntos tras descartar los demás sus últimas piezas.

Además, contamos con algunas variantes en las que cambiará la repartición de piezas inicial o en la que jugaremos por equipos y luego sumaremos las puntuaciones.

Si nos apetece jugarlo en modo solitario, Coral también incluye dicha opción y podremos retarnos a nosotros mismos en un modo de juego totalmente diferente para disfrutar del juego en esas ocasiones en las que no tenemos compañeros para sacarlo a mesa.

La rejugabilidad que tiene Coral es muy buena ya que serán los propios jugadores en cada partida los que irán pensando las diferentes posiciones en las que colocan los bloques, interactuando con lo que realicen en sus turnos los demás, y nunca una partida será como la anterior ya que son infinitas las posibilidades de colocación las que tendremos.

Su escalabilidad es buena, pudiéndolo jugar de 1 a 4 jugadores. En el modo solitario veremos que está bien planteado el sistema de puntos para tener que equilibrar las necesidades de cada una de las especies y no descuidar unas frente a las otras si queremos sumar una cantidad buena de puntos.

Luego, en los modos competitivos de 2 a 4 jugadores, se disfruta siempre a todos pero si es cierto que cuando somos 4 jugadores, recibiremos menos fichas durante la preparación de la partida y hay partidas en las que hemos notado que tenemos menos posibilidades de colocación y se nos acaba la partida antes ya que acabamos con las fichas en pocos turnos. De cualquier modo, el pique por intentar que los colores de tu especie sean los mejor posicionados está siempre presente y es un juego muy disfrutable en cualquier número de jugadores.

Para concluir, decir que Coral es un abstracto que tiene una producción muy llamativa y que gracias a ello nos sumerge en nuestra misión desde el principio. Mucha interacción en partidas dinámicas y ágiles que se pasarán rápido ya que iremos colocando bloques sin desenfreno aunque no por ello no debamos pensar bien por dónde hacerlo.

Apto para cualquier público y que gustará mucho por la temática así como por su puesta en mesa.

Compra Coral en la página de 2 tomatoes

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