Adivina el número, ¡sin pasarte!
¿Cuál es el cociente intelectual de A. Schwarzenegger?¿70, 100, 150? En tu turno debes decir un número mayor al último o desafiar esa cifra con un… ¡DE QUÉ VAS!
Quien pierda, por haber dicho un número demasiado alto o por retar una respuesta que no se había pasado, se llevará puntos de ganso y… eso no es bueno.
Juega donde tu quieras: en el ascensor, en la cola del cine o mientras preparas la barbacoa.
Así se presenta ¡De qué vas!, un juego creado por Rodrigo Lego, ilustrado por Giermund Bohne y editado por BrainPicnic.
Ficha
- Número de jugadores: de 2 a 10
- Edad Mínima: 12 años
- Duración: 15 minutos
- Interacción: Competitivo
- Mecánicas: Preguntas y respuestas
- Versiones: No
- Expansiones: No
- Editor: BrainPicnic
- Año de publicación: 2024
- Consigue ¡De qué vas! en Zacatrus!
¿Cuál es su contenido?
- 70 cartas
- 60 temáticas con preguntas
- 10 de doble o más
- 1 reglamento
¿De qué trata?
¡De qué vas! es un party game de cartas en el que deberéis adivinar la respuesta numérica de las distintas preguntas sin pasarte e intentar recibir el menor número de Puntos de Ganso para haceros con la victoria.
¿Cómo se juega?
Preparación
- Baraja las 60 cartas temáticas y colócalas, formando una pila, en el centro de la mesa y con la cara que muestra los gansos.
- Elegid al jugador inicial.
Desarrollo
La partida se desarrolla por turnos hasta que se hayan jugado 10 preguntas.
En su turno, el jugador inicial, coge la carta superior del mazo, elige al azar una de las preguntas que están numeradas del 1 al 6 y la lee en voz alta para todos los jugadores. Acto seguido, el propio jugador deberá decir un número, bajo su criterio, que trate de responder dicha pregunta pero sin pasarse.
A continuación, el siguiente jugador tiene dos opciones:
- Decir un número más alto.
- Retar al jugador que acaba de dar su cifra diciendo ¡De qué vas!
En el caso de que diga un número más alto, no ocurre nada y pasa al turno al siguiente jugador que tendrá las dos mismas opciones: retar o decir un número más alto.
En cambio, si un jugador decide retar la suposición que acaba de decir su anterior jugador se comprobará el resultado dando la vuelta a la carta y leyendo la respuesta correcta:
- Si la cifra que se ha retado es más alta que la respuesta correcta el jugador que ha dicho ese número tomará la carta.
- Si, por el contrario, la cifra es más baja que la respuesta correcta, será el jugador retado se quedará con la carta.
Independientemente de la resolución, el jugador que ha retado cogerá otra carta y leerá una nueva pregunta.
De esta forma se jugará hasta que se hayan leído un total de 10 preguntas y por tanto se hayan repartido 10 cartas entre los distintos jugadores.
Situación especial: Exacto
Durante la partida se puede dar una situación especial y es que si un jugador considera que la suposición anterior es la respuesta exacta tiene la opción de jugar de forma habitual o gritar ¡Exacto!
Si esto ocurre, se comprueba el resultado. Si el resultado es exacto ningún jugador cogerá la carta. Por el contrario, si el resultado no es exacto, el jugador que ha gritado la palabra pierde automáticamente la partida.
Fin de la partida
En el momento en el que se hayan jugado las 10 cartas, se termina la partida y se hace recuento de puntos NEGATIVOS. Estos puntos vienen determinados por el número de gansos que hay en las cartas que cada jugador tiene en su poder.
El que más gansos tenga será el perdedor de la partida y, por tanto, el que menos puntos tenga será el vencedor.
Variantes avanzadas
Contraataque
Esta variante, permite al jugador que ha sido retado hacer que el retador se lo piense dos veces.
Cuando alguien reta tu suposición con un ¡De qué vas!, puedes aceptarlo y comprobar la respuesta correcta o responderle diciendo ¡De qué vas tú!
En ese momento, el jugador que te retó puede echarse atrás y continuar la ronda de la forma habitual o puede comprobar la respuesta. En ese caso, la persona que finalmente está equivocada cogerá la carta jugada y la carta superior del mazo como penalización.
Doble o más
Para esta variante se deben incluir las 10 cartas de “doble o más” en un mazo separado.
Si un jugador dice un número que es, como mínimo, el doble que la suposición anterior, cogerá una carta doble o más del mazo y la partida continua de la forma habitual.
Estas cartas permiten anular un punto de ganso de tu puntuación final por cada carta.
¿Cuál es nuestra valoración?
¿Te gustan los juegos de preguntas tipo party y os gusta el clásico programa de televisión “El precio justo” en el que había que intentar aproximarse lo máximo posible al precio de un producto pero sin pasarse? Entonces ¡De qué vas! es tu juego.
Siempre nos llama mucho la atención como los autores son capaces de convertir una idea y un puñado de cartas en un juego totalmente disfrutable.
De hecho, dentro de la colorida y pequeña caja del juego, presidida por un ganso, nos vamos a encontrar 70 cartas en total divididas en dos tipos. Por un lado, tenemos 60 cartas que contienen seis preguntas y un número de gansos en la parte de arriba cada una por su anverso y las seis respuestas correspondientes por su reverso. Es importante darnos cuenta que todas las preguntas de las cartas están formuladas de tal forma que su respuesta siempre va a ser un número.
También debemos fijarnos que cada carta tiene una temática que cumplirán todas las preguntas de la misma.
Además de estas 60 cartas, que componen el juego base, se incluyen otras 10 cartas más, de “doble o mas”, y que servirán para una de sus variantes.
La mecánica del juego en si es tremendamente sencilla. El jugador inicial, coge una carta, elige al azar una de las seis preguntas que tiene y trata de responder diciendo un número lo más cercano posible de la respuesta que él cree que es correcta y, lo más importante de todo, procurando no pasarse.
Una vez lo haga, el siguiente jugador tendrá dos opciones: o bien dice un número más alto del que acaba de decir el jugador anterior, también procurando no pasarse de la respuesta correcta y pasando el turno al siguiente jugador, o bien, reta al jugador que acaba de decir un número utilizando la expresión que da nombre al juego ¡de qué vas! porque considera que éste se ha pasado con la cifra que ha dado.
En este último caso, se comprobará la respuesta correcta en el reverso de la carta. Si el jugador que ha retado estaba en lo cierto y el jugador que ha dicho el número se ha pasado, el jugador retado recibe la carta. En cambio, si al comprobar la respuesta, se comprueba que el jugador retado no se ha pasado, será el retador quien se la quede.
Como nos podemos dar cuenta, quedarse con una carta no es bueno y es que, si nos fijamos bien, cada carta tiene un número de gansos en su parte de arriba. Estos gansos indican el número de puntos negativos que el jugador se sumará al final de la partida por tener en posesión dicha carta. Y es que, teniendo esto en cuenta, obviamente podremos deducir fácilmente que cuando se acaba la partida, el jugador que más gansos tenga será el perdedor y el que menos tenga, será el ganador.
Una vez que se compruebe la respuesta correcta e independientemente de quien se haya quedado la carta, el retador empieza la siguiente ronda cogiendo una nueva carta y eligiendo al azar una nueva pregunta. Así hasta que se hayan jugado diez cartas. Momento en el que se hará el recuento de gansos que cada jugador tiene y definiendo, como hemos explicado, quien es el perdedor y quien es el ganador.
Una de las cosas que nos ha gustado al jugarlo es que aparece una mecánica muy interesante que no necesariamente te das cuenta que está ahí hasta que ves la forma de jugar de algunos jugadores y es el engaño. Ante algunas preguntas, habrá jugadores que sepan con bastante exactitud la respuesta, mientras que otros no tengan ni idea. Esto hace que los jugadores puedan despistarse unos a otros para hacerles perder creando situaciones muy divertidas.
Otra de las cosas que nos ha gustado mucho es el toque cultural que aportan las respuestas. Y es que no se limita a decir el número correcto de la pregunta y ya, sino que todas las respuestas incluyen una breve explicación
de la respuesta que hace que te sientas bien por aprender una cosa nueva.
Como vemos, es un juego muy sencillo, ágil y divertido lo que hace que sea un party perfecto por definición.
Por otro lado, es cierto que el juego especifica que la elección de la pregunta de la carta debe ser aleatoria, pero hemos comprobado como a alguno de los jugadores se le van los ojos procurando rápidamente ver qué pregunta puede ser mejor para sus intereses. Por este motivo, nosotros hemos incluido para el juego una pequeña regla casera que es incluir un dado normal de seis caras, que será quien determine cuál de las preguntas será la que leerá el jugador en turno.
Con respecto a la escalabilidad, el juego va de 2 a 10 jugadores. Obviamente a dos jugadores se puede jugar sin problema, pero no es ni por asomo la forma más divertida de jugar, siendo a partir de cuatro cuando empieza a coger más diversión, siendo a sus máximos números cuando mejor te lo vas a pasar.
Es cierto que te tocará menos veces participar, pero es que es el clásico juego donde te lo pasas bien por el contexto y las situaciones que se crean y las respuestas de los otros jugadores y no tanto porque tu estés diciendo bien o mal una respuesta. En este sentido, tenlo en cuenta como un party en toda regla.
Por la rejugabilidad tampoco hay que preocuparse en absoluto. Es cierto que tu mente pensará que 60 cartas con 6 preguntas cada una hacen un total de 360 preguntas, y que si lo juegas mucho se acabarán repitiendo con el paso del tiempo. Pero dos cosas importantes aquí. La primera es que 360 preguntas no son pocas, de hecho, son muchas más de las que pueden parecer en un principio teniendo en cuenta, además, que
en cada partida se usarán solo diez preguntas.
Y segundo, aunque con el paso del tiempo se puedan repetir, muchas de ellas ni por asomo te acordarás de la respuesta correcta porque son cifras que difícilmente se te quedarán en la cabeza y mas teniendo en cuenta todo lo que pudo pasar en la partida cuando se intento resolver dicha pregunta y más teniendo en cuenta, que probablemente, lo jugarás con distintos grupos. Además, como decimos, lo importante no es tanto ganar o perder, sino disfrutar de la compañía.
Por otro lado, el juego, además incluye dos variantes muy interesantes. La primera es la del contraataque. En esta versión, el jugador que ha sido retado con un ¡de qué vas! puede devolverle el reto diciendo ¡de qué vas tú!. Esta situación hace que el jugador que reta tiene la opción de echarse atrás, y seguir jugando con normalidad, ya que parece que el jugador retado tiene claro que su respuesta es correcta. En cambio, puede aceptar el desafío y comprobar la respuesta correcta. El resultado final es que el jugador que pierde y se lleva la carta, no solo se lleva esa sino que también se llevará la siguiente carta del mazo como penalización.
La otra variante, llamada “doble o más“, permite a un jugador coger una carta especial en el caso de que su suposición sea el doble o más alta que la que ha dicho su predecesor. Esta carta es buena ya que al final de la partida restará un punto de ganso a tu puntuación final, pero obviamente hay que tener las cosas muy claras para decir una cifra el doble de alta que el que acaba de decir tu compañero.
Ambas variantes, que se pueden combinar sin problemas, dan un toque diferente a cada partida y, sobre todo, hace que aparezcan diferentes pequeñas estrategias que, junto con los engaños comentábamos antes, dejarán momentos muy únicos para el deleite de todos.
En definitiva, ¡De qué vas! es un juego party dinámico, sencillo y divertidísimo y que ha llegado para quedarse en nuestras estanterías y sacarlo a mesa en todo tipo de eventos con amigos y familiares siempre que se pueda.
Si buscas la definición de party game en algún diccionario lúdico deberías encontrarte con la foto de este juego.