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Fruits

Come más frutas alienígenas que tus rivales, Pero, ¡Cuidado! no todas están buenas, envía las malas a otros aliens y quédate las mejores.

Así se nos presenta el juego de mesa Fruits creado por Sulker Games cuyos integrantes son Javier Martínez y Lorena Gestido y que nos trae, después de muchos contratiempos por el camino, la editorial Falomir Juegos.

Ficha

  • Número de jugadores: 2 a 6
  • Edad Mínima: 8 años
  • Duración: 10 a 20 minutos
  • Interacción: Competitivo
  • Mecánicas: Memory 
  • Versiones: No
  • Expansiones: No
  • Editor: Falomir Juegos
  • Año de publicación: 2021

¿Cuál es su contenido?

  • 49 cartas 
  • 1 dado de acción
  • 1 reglamento (español y francés)

¿De qué trata?

En Fruits deberemos combinar memoria y agilidad para ser el que más fruta coma de nuestro mostrador y de mostradores ajenos para alimentarnos pero ojo, hay algunas frutas que no están tan ricas y luego, en el recuento de puntos, se verá reflejado porque restarán puntos en nuestro contador.

Iremos lanzando el dado para desvelar poco a poco cartas y tenemos que usar nuestra memoria ya que después podremos cogerlas y, si nos comemos las que más ricas están, más puntos sumaremos o enviar las malas a otros para que se resten puntos.

¿Cómo se juega?

El objetivo del juego es comerse las mejores frutas de la mesa y conseguir más puntos que tus rivales, pero ojo, algunas frutas restan puntos.

Preparación

  • Repartimos un juego de frutas igual a cada jugador. Si somos 2 jugadores deberemos repartir 2 sets a cada uno.
    Este juego de cartas debe contener: 1 fruta de 3 puntos, 3 frutas de 2 puntos, 2 frutas de 1 punto (cada una con un efecto diferente), 1 fruta que resta 1 punto y otra fruta resta 2. Usaremos los íconos al lado del número de cada carta como referencia.
  • Cada jugador barajará bien sus frutas y las pondrá boca abajo frente a él, formando dos filas de 4 cartas cada una. Esto será el mostrador de cada jugador.
  • Dejaremos un espacio delante de cada mostrador para colocar el mazo de frutas engullidas que será el que se forme durante la partida a medida que los jugadores comen frutas, las que puntuarán para cada jugador.
  • Colocaremos la carta de fruta aplastada en el centro de la mesa al alcance de todos los jugadores y le daremos el dado al jugador inicial que será el que haya comido una fruta más recientemente.

La partida

Cada jugador, en su turno, debe seguir en orden estos dos pasos:

  1. Tirar el dado: El jugador activo lanza el dado y se realiza la acción que indique el icono.Acciones del dado

    Rojo: El jugador activo come una fruta del mostrador que más frutas tenga.
    Amarillo: El jugador activo intercambia una de sus frutas con la fruta de otro jugador. Ambos las revelan y después las vuelven a colocar bocabajo.
    Verde: Todos los jugadores enseñan a la vez una de sus frutas y, sin mirar, el jugador activo elige una de ellas para comérsela.
    Naranja: Todos los jugadores colocan su mano sobre la carta central y el que haya sido más rápido se come una fruta a su elección de cualquiera de los mostradores.
    Rosa: El jugador activo gira 1 carta de dos jugadores diferentes y si aparecen dos frutas iguales, puede comérselas o hacer que se las coman otros jugadores.
    Azul: El jugador activo intenta adivinar la última fruta que se comió otro jugador y puede pasar que si acierta se la coma o la mande comer a otro jugador, que su falla y es negativa se la come él mismo y que si falla y es positiva, la carta de fruta se queda donde estaba.

  2. Comer una fruta: Después de realizar la acción del dado, el jugador activo come una fruta del mostrador. Esto consiste en darle la vuelta a la fruta y mostrársela a los demás jugadores. Acto seguido, el jugador coloca la carta de su fruta bocabajo delante de su mostrador en el mazo de frutas engullidas.

Tras realizar estos dos pasos, le daremos el dado al jugador de la izquierda y seguiremos jugando en sentido horario.

Cosas a tener en cuenta

  • Debemos recordar que cuando comemos frutas, las dejaremos sobre el mazo de frutas engullidas en el mismo orden en que las vamos comiendo.
  • Las frutas de cada uno de los mostradores nunca cambian de posición salvo que nos lo indique el dado.
  • Como muestra su icono, las cartas azules de +1 otorgan una acción extra que realizaremos cuando comemos dicha fruta en el paso 2. Solo podremos realizar una acción de estas cartas por turno.

Fin de la partida

La partida termina cuando alguno de los jugadores se queda sin frutas.

Tras eso, todos deberemos ver las frutas que hemos engullido para sumar o restar los puntos que nos indiquen.
El que más puntos tenga, ganará y, en caso de empate, vencerá el jugador con menos cartas de fruta en su mazo de frutas engullidas.

¿Cuál es nuestra valoración?

Nos encontramos ante un juego rápido y familiar que tiene unas reglas sencillas por lo que, en conjunto, nos proporciona unas partidas dinámicas y ágiles que hacen que nos lo pasemos genial.

Fruits tiene seña de identidad propia, como todas las creaciones que lanza Sulker, el dúo formado por Javier Martínez y la ilustradora Lorena Gestido que no solamente crean juegos (como Alien 51) sino que graban guías rápidas de cómo jugar a distintos juegos que tan útiles nos son luego o hacen magníficos reportajes de juegos de mesa.

En esta ocasión tenemos un juego muy colorido, llamativo e informal que viene en una caja pequeña muy manejable. La ilustración de su portada nos incita a querer abrirla para, como vemos que hacen los brazos de los aliens en ella, hacernos con las mejores frutas para nosotros mismos.

Dentro no falta detalle: Empezando por una cuna ilustrada igual de llamativa que todo lo demás para seguir con un dado de madera personalizado con caras de colores y unas cartas cuadradas muy originales y de buen grosor.

En ellas tenemos frutas de diferentes tipos llenas de detalles y unos números y símbolos claros y de buen tamaño para que a todos le sean cómodos. Queremos hacer especial mención a la gran idea que han aplicado de señalizar cada set de cartas inicial con un símbolo diferente para que, de esa manera, la preparación pueda ser más ágil.

Es un juego totalmente independiente del idioma y dentro vienen los libretos de instrucciones en español y en francés pero, si los queremos en otros idiomas, incluye un código QR para que las podamos leer en nuestro móvil cómodamente.

Si pasamos a hablar de su modo de juego y sus mecánicas vemos que estamos ante un memory pero no de los clásicos. En ésta ocasión éste juego tiene una vuelta de tuerca extra y contaremos con las acciones que marca el dado para ir jugando en cada turno. Tiene unas reglas sencillas y directas que se explican rápidamente.

Todos los jugadores empezaremos con el mismo set de cartas que, una vez expandidas bocabajo sobre la mesa, no sabremos dónde se encuentran las que más puntos otorgan pero cada jugador tendrá dos acciones a realizar más la tercera que será robar para reponer su mano.

Sin duda alguna, la primera es la que más vidilla da a la hora de realizar acciones: entra el juego el dado con efectos que nos hacen interactuar entre mostradores para ir conociendo algunas de esas cartas que se encuentran bocabajo.

No solo sabremos algunas de las cartas de nuestro propio mostrador sino que veremos cartas de otros y, cuando salga un color que nos permite elegir carta de mostrador ajeno para bien comérnosla, hacer parejas o intercambiarlas, podremos escoger aquellas que sabemos que suman puntos y, a la vez que podremos intentar sumarla a nuestro contador, estaremos quitándole la oportunidad de quedársela a su dueño.

Uno de los efectos del dado que más nos puede recordar al clásico memory es el color rosa que hace que tengamos que girar dos cartas, de mostradores diferentes, y, si coinciden podremos hacer que alguien las coma. Muy bien metida aquí esta jugada que no podía faltar en un juego como este.

También tenemos que estar pendientes de lo que comen los demás porque hay uno de los efectos, el de color azul, que consiste en decir la última fruta engullida por otro y si acertamos, podremos comérnosla (nos beneficiará si es positiva) o dársela a otro (sobretodo nos sentiremos bien si era negativa).

Lo bueno que tiene el ir viendo tus cartas poco a poco es que, en la segunda fase, que será la de comer una de las frutas de tu propio mostrador, puedes ir a por alguna en concreto si sabes que sumará puntos o a evitar las negativas, teniéndolas luego presentes para próximos turnos y poder enviárselas al mazo de frutas engullidas de cualquier otro jugador.

Lo que está claro que los turnos son un pique continuo, contigo mismo y con los demás jugadores. Todo el tiempo serán muy jugosos los puntos positivos de cartas sobre todo como el +3 pero no debemos dejar de lado las cartas que ya tenemos localizadas con -1 para poder deshacernos de ellas en todo momento y que no cuenten a la hora de ver nuestro mazo de frutas engullidas.

El recuento de puntos, que se realiza cuando a uno de los jugadores se le acaban sus cartas, será rápido y sencillo ya que bastará con hacer sumas y restas con las cartas de nuestro mazo de frutas engullidas. Nos ha gustado que este momento no sea tedioso porque así, de una manera directa, conoceremos rápidamente quien ha sido el ganador.

En cuanto a su escalabilidad, en la caja nos indican que está pensado de 2 a 6 jugadores. Se agradece que sean tan amplia la horquilla porque cuando se juega en su máximo número, se disfruta muchísimo: tendremos muchos más mostradores con los que interactuar y el descontrol puede ser mayor, lo que aumenta el nerviosismo y da emoción a las partidas. Será mucho más difícil saber quién va ganando y no podremos con exactitud recordar qué cartas tiene cada jugador en su mostrador, cuáles han salido ya…

En partidas de dos jugadores jugaremos con dos sets iniciales de cartas cada uno por lo que los mostradores serán más amplios y, aunque también las partidas nos han parecido divertidas, ha sido más sencillo llevar un control y las acciones del dado siempre recaerán sobre las mismas personas porque son las que hay, por lo que puede hacerse algo más monótono.

Por tanto, también se puede decir que la interacción que tenemos los jugadores es muy elevada. Iremos mirando cartas de mostradores de otros, los resultados del dado tendrán efecto en otros jugadores además de en nosotros y nunca podemos dar por sentado algo que haya sucedido con las cartas porque puede cambiar.

Si analizamos la rejugabilidad de Fruits, como podéis haber visto, gracias a la presencia del azar del dado y a que configuraremos de una manera variable y bocabajo los mostradores, se consigue que cada partida sea diferente y que la aparición del dado añada más azar, es algo que le sienta muy bien.

Y para ir terminando con esta reseña, decir que es un juego que gustará tanto a grandes como a pequeños en el que verás como todos coméis fruta pero nadie querrá ser el que se coma las menos apetitosas porque les restarán puntos al final. Destaca, aparte de por su diseño, por su sencillez y por una facilidad de reglas pero sin dejar de lado ese punto de profundidad que aportan las acciones del dado y que hará que tengamos que ir mezclando estrategia con azar durante cada minuto de la partida.

 

 

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