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Misión cumplida

Zacatrus y Brain Picnic nos traen Misión Cumplida, un juego de cartas cooperativo y de comunicación limitada donde deberemos intentar completar una serie de objetivos combinando números y colores.

Trabajad en equipo y completad todas las misiones antes de que se acabe el mazo de cartas ¿Seréis capaces?

Este es el desafío que nos propone su autor, Ken Gruhl y su ilustrador Manu Palau para esta trepidante versión del juego Cahoots que pone a prueba nuestra capacidad de trabajar en equipo.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 54 cartas de misión
  • 56 de número y color
  • Instrucciones

¿De qué trata?

En Misión Cumplida debemos enfrentarnos a BZ1, un super robot programado para proponernos infinidad de retos que deberemos intentar cumplir antes de que se acaben todas las cartas.

Los jugadores deberán trabajar en equipo, pero con la comunicación limitada, para conseguir la mayor cantidad de objetivos posibles. Si conseguimos llegar al número propuesto, habremos ganado la partida.

¿Cómo se juega?

La preparación del juego es muy sencilla.

Se barajan por separado los dos mazos del juego (las cartas de misiones y las cartas numeradas).

Del mazo de cartas numeradas, se reparten cuatro a cada jugador, se dejan otras cuatro bocarriba en el centro de la mesa y se pone, al lado, las restantes como mazo de robo.

Las cartas de misión las colocamos también bocabajo en el centro de la mesa y sacamos cuatro cartas que colocamos bocarriba en una fila junto a las pilas de las cartas numeradas.

Ya estamos listos para comenzar a jugar. En este caso, el jugador inicial será quien haya comido algo naranja por última vez.

Durante el turno, cada jugador deberá colocar una de las cartas de su mano sobre una de las cuatro cartas de número visibles en el centro de la mesa. El único requisito es que, la carta que se coloca encima, deberá coincidir en color o en número con la carta de la pila donde la va a jugar.

En ese momento, se debe comprobar si con ella se cumple una (o varias) de las misiones que hay en ese momento activas. En caso afirmativo, la carta de misión se retira del tablero, la llevamos a la zona de misiones cumplidas y se saca otra nueva carta de misión que se coloca donde estaba la anterior.

El jugador repone su mano y pasa el turno al jugador de su izquierda. Si no se cumple ninguna misión, simplemente se repone la mano y se pasa turno.

De esta forma, se van sucediendo los turnos hasta que se cumpla una de las siguientes situaciones:

  1. Los jugadores no pueden colocar más cartas en la fila central o ya no les quedan cartas por jugar. Habrán perdido la partida.
  2. Los jugadores han conseguido completar el número de misiones propuestas al inicio del juego. Se proclaman ganadores de la partida.

El número de misiones a cumplir viene determinado por el número de jugadores y la dificultad que quieran darte a la partida.

 

La comunicación entre jugadores está permitida, pero es limitada. Se puede hablar durante la partida sobre el objetivo que un jugador cree que es capaz de conseguir o que está interesado en una de las pilas sobre la que pretende jugar en su próximo turno, pero no se puede decir nada sobre las cartas que se tienen en la mano.

¿Cuál es nuestra valoración?

Misión cumplida es un fantástico juego de cartas cooperativo que se siente muy familiar y en el que tendremos que esforzarnos por conseguir nuestros objetivos. Sencillo, estimulante y adictivo.

El juego se apoya en una estética sin distracciones. Sus ilustraciones son sencillas, donde el color y el número de las cartas son los auténticos protagonistas. Además, contienen una simbología para las personas con daltonismo ya que los cuatro colores cuentan con cuatro símbolos que permiten distinguirlos los unos de los otros. Asimismo junto al texto, las cartas de misión cuentan con una representación muy clara de lo que se pide en cada una de ellas. Todo sencillo pero efectivo.

Es cierto que al juego se le podría haber añadido una temática para dotarle de una ambientación mayor y sentir que lo que haces tiene un fin más concreto y no ser tan abstracto, pero a pesar de ello, no perjudica de ninguna manera la experiencia del juego.

Esta sencillez del diseño viene acompañada de igual forma de unas reglas simples y claras. En un par de minutos habrás comprendido perfectamente la mecánica del juego. Esto permite que sea muy accesible para cualquier persona y se convierta en un juego fácilmente sacado a la mesa en reuniones familiares o entre amigos.

A esto le sumamos la versatilidad en los modos de juego y sus niveles de dificultad. Por un lado, cambiar de dificultad es extremadamente simple. Solamente hay que añadir o quitar más cartas de objetivo al mazo inicial.

Por el otro lado, nos encontramos con diferentes modalidades de juego que añaden pequeñas variaciones muy interesantes.

Primero nos encontramos con su modalidad en solitario, donde el jugador será el único quien tenga que escoger qué misiones quiere ir resolviendo. Tendrá cuatro niveles de dificultad, en los que deberá enfrentarse cada vez a un mayor número de misiones.

Si con el nivel de dificultad extrema llamado “locura” no tenemos suficiente reto, podemos jugar a la variante de “a toda velocidad”. Aquí, haremos uso del cronómetro para completar todas las misiones en cuatro minutos. El caos dominará estos encuentros ya que todos podrán colocar cartas en cualquier momento sin necesidad de esperar a su turno.

Otra de las variantes a la que podemos recurrir es jugar con la prohibición de toda clase de comunicación. Ningún comentario estará permitido.

Por último y para los más pequeños, está pensada la partida en la que todos los jugadores pueden jugar con las cartas descubiertas y eliminándose la restricción de la comunicación. Aunque está pensado, como decimos, para los peques, es cierto que también puede funcionar como primera partida de jugadores novatos, pero enseguida preferiremos entrar de lleno en el resto de modos y dificultades.

Con respecto a su mecánica, decir que funciona a las mil maravillas. La rapidez de los turnos y la sencillez con la que están planteadas las misiones, convierte al juego en emocionante y adictivo. Además, tener que compenetrarte con tus compañeros para ir cumpliendo con las misiones, supone un reto mayor al que pueda parecer en un principio.

En determinados momentos, encontraremos misiones que se complementan y se consiguen con cierta facilidad.  Incluso podremos completar varias al mismo tiempo, con la alegría que supone beneficiarse de los combos planificados o inesperados.

En cambio, hay otras situaciones donde las misiones serán totalmente opuestas entre sí y tardaremos varios turnos en conseguir alguna.

Necesitaremos de un análisis de la situación, de una eficaz gestión de nuestras cartas y de una buena coordinación entre todos los participantes. Si uno de estos puntos falla, habremos fracasado.

La rejugabilidad en este juego está más que garantizada. Al final, cada partida depende de las cartas de misiones y las cartas de número que vayan apareciendo en juego, creando entre ellas numerosas combinaciones de diferentes desafíos muy distintos los unos de los otros. Por tanto, cada partida será diferente a las anteriores.

Asimismo, su escalabilidad también es bastante buena y funciona muy bien para cualquier número de jugadores. Es cierto que con cuatro será más complicado organizarse para ir cumpliendo las misiones, pero también será más estimulante. Por contra, a dos jugadores, el control será mayor, así como la organización, pero la emoción de ir cumpliendo con los retos será un poco inferior.

Otro aspecto importante es que, a diferencia de muchos juegos cooperativos, aquí no existe el efecto líder, por lo que cada jugador será responsable de su toma de decisiones y del destino del grupo.

El único aspecto que vemos más débil es cuando el juego se termina de forma abrupta. Esto ocurre cuando algún jugador recibe una mala mano de cartas y no puede jugar ninguna. No suele ser muy habitual, pero cuando sucede, te da un poco de rabia tener que volver a empezar la partida. Quizás, para estos casos se podría pensar en una pequeña penalización para ese jugador, quitándose una carta de la mano pero pasando turno y así continuar con la partida.

En resumen, podemos decir que Misión Cumplida es un juego capaz de enamorar a los amantes de la cooperación y de los juegos en solitario. Divertido, ágil y emocionante. Supone un reto conseguir los objetivos que te plantea el juego en cualquiera de sus modalidades. Un juego que con muy poco te da grandes dosis de entretenimiento familiar. Filler que no puede faltar en tu ludoteca.

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Última actualización el 2024-12-03 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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