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Scope Stalingrad

Scope Stalingrad es un juego de cartas en el que cada jugador controla un equipo de francotiradores que debe acabar con el equipo rival y otros objetivos estratégicos, cambiando de posición y disparando con astucia para no ser descubierto y abatido.

Así se presenta este Scope Stalingrad, un juego de mesa diseñado por Juan A. Nácher, ilustrado por Matías Cazorla y que ha sido editado por Draco Ideas.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 60 cartas (30 para cada bando)
    • 6 de tirador
    • 28 de área vacía
    • 20 de unidad
    • 4 de señuelo
    • 2 de disparo
  • 60 fundas para las cartas
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

Durante 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, Alemania y la Unión Soviética luchan ferozmente por el control de una Stalingrado en ruinas. En este encarnizado combate urbano, los francotiradores de ambos bandos toman un papel decisivo, sembrando el caos y abatiendo objetivos prioritarios en las filas enemigas.

En Scope Stalingrad, cada jugador toma el control de estos francotiradores, que intentan ayudar a su bando, derribando a las unidades clave del equipo rival para mermar sus fuerzas y así ganar la batalla.

¿Cómo se juega?

Conceptos básicos: tipos de cartas

El juego está compuesto por 60 cartas, 30 para cada uno de los dos bandos (Alemanes y Soviéticos), dividiéndose en las siguientes categorías:

  • Cartas de unidad (13): Estas cartas representan las distintas unidades militares que tiene cada ejército. El icono de la izquierda identifica el tipo de unidad y el número de la derecha indica cuántos puntos de objetivo obtiene el rival que lo abate.
    • Oficial (2).
    • Explorador (2).
    • Mortero (2).
    • Ametralladora (2).
    • Infantería (2).
    • Tirador (3).
  • Carta de disparo (1): Representa el sonido que ha provocado el disparo de un tirador. Se sitúa encima de cuatro cartas de un cuadrante para indicar que el disparo viene de dicha zona y ha sido ejecutado por una de esas cuatro cartas.
  • Señuelo (2): Obliga al tirador a disparar y por tanto a utilizar la carta de disparo.
  • Área vacía (14): Representa un lugar donde no se encuentra ninguna unidad.

Preparación

Antes de empezar una partida, los jugadores deben elegir qué escenario quieren jugar. Esto determina el tamaño de la matriz del frente de cada jugador, indicando el número y tipo de cartas que se van a utilizar, así como los puntos de objetivo necesarios para alcanzar la victoria.

Una vez elegido el escenario, para preparar una partida lo único que deben hacer los jugadores es colocar sus cartas bocabajo, donde quieran y en secreto, formando la matriz de su frente y situarla enfrente de la de su rival.

Un matiz importante que hay que recordar es que todas las cartas se mantendrán siempre bocabajo, independientemente de que hayan sido movidas, reemplazadas o incluso después de haber sido reveladas durante el juego. Eso si, un jugador podrá mirar las cartas de su frente siempre que quiera.

Partida básica

En una partida básica, y sin tematizar, gana quien consiga eliminar a todos los tiradores del equipo contrario o el que antes alcance los puntos de objetivo del escenario elegido.

La partida se desarrolla por turnos, empezando siempre por el jugador del bando Alemán.

En cada turno, los jugadores pueden hacer una de estas dos opciones:

  • Mover: El jugador coge cuatro cartas de un cuadrante (2×2) de su frente, las mira y las recoloca como quiera en el mismo cuadrante.
  • Buscar: El jugador elige una de las cartas del frente del rival y la desvela. Dependiendo de qué tipo de carta es la revelada, se pueden producir tres situaciones:
    • Área vacía: No ocurre nada. Le toca el turno al jugador rival.
    • Unidad: Si es una carta de unidad o un tirador, el jugador tiene dos alternativas:
      • No hacer nada: Pasa el turno al siguiente jugador.
      • Disparar: El jugador abate a la unidad, que es eliminada del frente y sustituida por una carta de área vacía, pero obliga al tirador a utilizar la carta de disparo, teniéndola que poner encima de un cuadrante en donde haya un tirador indicando así la procedencia del disparo.
    • Señuelo: El jugador está obligado a disparar al señuelo, que no es retirado de la partida, y a utilizar la carta de disparo, colocándola en un cuadrante donde tenga a un tirador.

Fin de la partida

De esta forma, se van sucediendo los turnos hasta que un jugador haya conseguido uno de los objetivos de condición de victoria, proclamándose así el ganador de la partida.

Escenarios temáticos básicos

Además del escenario básico, el juego ofrece otros escenarios que ofrecen una mayor rejugabilidad. En esencia, se juega de la misma forma pero cambian las cartas que se utilizan y uno de los objetivos para ganar la partida ya que, el objetivo de acabar con los tiradores del rival siempre se mantiene.

De esta forma, el juego nos ofrece 3 escenarios diferentes para jugar con la versión básica:

  • Duelo de ases: Solo se usa una carta de tirador por bando que podrá recibir hasta dos disparos antes de ser abatido por un tercero.
  • Romper cadena de mando: Los jugadores utilizan las dos cartas de oficiales que serán ahora otro de los objetivos a abatir durante la partida.
  • Neutralizar artillería: Se utilizan las dos cartas de explorador y las dos de mortero por cada bando y todos ellos serán ahora los nuevos objetivos.

Partida avanzada

En el modo avanzado se juega de la misma forma que en el modo básico pero se añaden algunas reglas especiales.

Ahora, las cartas de unidad proporcionan más acciones para elegir en un turno, de modo que el jugador dispone de más opciones en función de las unidades aliadas presentes en el frente. Al igual que en el modo básico, los jugadores pueden usar solo una acción por turno (salvo si se utiliza el «despliegue»).

Las acciones que se pueden realizar en este modo, y que dependen de las unidades aliadas, son:

  • Mover: Igual que en el modo básico, se cogen las cuatro cartas de un cuadrante y el jugador las recoloca como quiere.
  • Buscar (Tirador): De la misma forma que en el modo básico, permite revelar una carta del frente rival y decidir si disparar o no para abatir a la unidad revelada, provocando el ruido correspondiente.
  • Despliegue (Oficial): Permite al jugador, revelando una carta de oficial de su frente, tener una acción extra de mover.
  • Reconocimiento (Explorador): El jugador puede, sin revelar la posición del explorador, desvelar hasta dos cartas horizontalmente adyacentes del frente rival sin disparar.
  • Obús (Mortero): Si el jugador desvela la posición de una carta de mortero de su frente, podrá disparar a una carta del frente rival, abatiendo a cualquier unidad que pudiera encontrarse, incluido el señuelo que será destruido.
  • Fuego ofensivo (Ametralladora): El jugador puede desvelar una carta adyacente ortogonal o diagonalmente a su carta de ametralladora, pudiéndola disparar si se desea, pero desvelando su posición.
  • Asalto (Infantería): Si el jugador desvela una carta de infantería, puede elegir un cuadrante en el que este incluida y desvelar todas las cartas.

Escenarios temáticos avanzados

Además de poder jugar con los objetivos básicos en los que debemos abatir a los tiradores rivales o conseguir un número de puntos de objetivo establecidos, se pueden jugar a los 3 escenarios temáticos básicos y a dos nuevos escenarios especiales para el modo avanzado:

  • Detener avanzada: Se deben utilizar las dos cartas de ametralladora y las dos de infantería de cada bando y el nuevo objetivo consiste en llegar con una de las cartas de infantería a la última fila del frente enemigo.
  • Ofensiva sin tiradores: Se juega sin las cartas de tirador y se gana si los oficiales, ametralladoras y exploradores enemigos son abatidos.

Variante para 3 o 4 jugadores

Existe una opción en la que se pueden jugar partidas de 3 jugadores y otra donde se pueden jugar 4.

  • Partidas de 4 jugadores: Cada bando se divide en tiradores y unidades. Cada jugador controla una de estas divisiones. A su vez, cada ronda se divide en cuatro turnos en los que el jugador correspondiente solo puede mover o utilizar una acción de las cartas de su división.
  • Partidas de 3 jugadores: Un jugador debe manejar las dos divisiones de un mismo bando pero se debe mantener la limitación de acciones.

¿Cuál es nuestra valoración?

Scope Stalingrad es un juego de cartas de estrategia y faroleo, esencialmente para dos jugadores, que nos sitúa en la Segunda Guerra Mundial y nos pone en la piel de unos francotiradores en plena batalla de Stalingrado.

Por el tamaño de su caja podríamos decir que se trata de un juego rápido y sencillo. Y efectivamente, estos dos adjetivos los cumple. Sus reglas son sencillas, pudiendo aprender a jugar en apenas unos minutos y las partidas no suelen durar más de 15 minutos. Pero ante esta aparente sencillez, el juego esconde varios grados de profundidad gracias a sus mecánicas y, sobre todo, a sus diferentes niveles de dificultad.

Son de estos juegos que con muy poco ofrecen mucho. De hecho, todo esto lo consigue gracias a su único componente: 60 cartas. Cartas de buena calidad y que se dividen en dos grupos: Un mazo de 30 cartas para el bando Alemán y otro exactamente igual para el bando Soviético. Solo se diferencian, lógicamente, por el color del marco de las cartas, el icono de la facción a la que pertenecen y por las ilustraciones de las unidades, pero tanto el número como la tipología de las cartas es idéntico, es decir, es un juego totalmente simétrico y, como carecen de texto alguno, totalmente independiente del idioma.

La caja está muy bien tematizada, con unos colores muy propios de la cruenta guerra en la que se sitúa el juego y con una ilustración que deja entrever, a través de la niebla de guerra, cómo unos soldados intentan avanzar hacia el frente ocultándose de los disparos enemigos. Es cierto que bien podría haber sido una caja más pequeña por el contenido, pero se ha optado por una caja de una mayor calidad no solo para darle una mayor visibilidad, sino especialmente para dar cabida a las fundas que incluye el juego para todas las cartas. Sin duda, un gran acierto y un gran detalle.

Cuando nos compramos un juego, siempre queda en nuestras manos elegir si comprar fundas o no para proteger las cartas ya que son muy pocos, por no decir casi ninguno, los que incluyen este accesorio en su contenido para que no tengas dudas de que es mejor dicha protección. Además, se hace con una clara declaración de intenciones y es que es un juego que se puede jugar en cualquier lugar que tenga simplemente una superficie plana, ya sea una mesa, el suelo, la toalla de la piscina, el sofá, etc, por el simple hecho de que se juega solo con cartas y así, con las fundas,  quedan protegidas ante cualquier adversidad.

Con respecto a sus mecánicas, debemos decir hay que tener claro que estamos ante un juego del ratón y el gato en el que se invierten constantemente los papeles entre ambos jugadores para encontrar y abatir a los objetivos del rival que están ocultos entre todas sus cartas. Esto quiere decir que, en cada turno, los jugadores van eligiendo una carta del rival, que se encuentra bocabajo, y la revelan para descubrir qué tipo de carta es. En función de su tipología, el jugador atacante podrá no hacer nada o disparar.

En este sentido, nos recuerda un poco al clásico y archiconocido juego «Hundir la flota» en el que también debemos descubrir dónde se encuentran los barcos enemigos antes de que él encuentre los nuestros, eligiendo y diciendo las casillas donde enviamos nuestros torpedos. Pero realmente es solo una ligera apariencia, ya que Scope Stalingrad se trata de un juego con unas mecánicas mucho más profundas y una mayor estrategia de lo que a simple vista puede parecer.

De entre estas mecánicas, una de las que más destaca es, lógicamente, la memoria. Esto se debe a que, durante la partida, van sucediéndose diferentes acciones, pistas, movimientos y revelaciones de cartas que los jugadores debemos recordar constantemente para poder detectar dónde se encuentran nuestros objetivos.

Por ejemplo, cuando tomamos la decisión de disparar a una unidad enemiga, debemos colocar la carta de disparo encima de un cuadrante donde se encuentra uno de nuestros tiradores desvelando así parcialmente su posición. Esto da una pista clarísima a tu rival de dónde debe centrar sus esfuerzos para cazar al tirador y obligarnos a moverlo por nuestro frente para despistarle. Y como solo tenemos una acción por turno, al tener que elegir mover, habremos perdido un turno escondiéndonos y no lo utilizaremos para encontrar a nuestros rivales. Es por ello que cobra vital importancia saber a qué objetivos disparar y a cuáles no merece la pena.

Es justo en este momento cuando aparece la segunda mecánica: el faroleo. Sin duda, la posibilidad que brinda el juego de poder elegir en tu turno mover cuatro de tus cartas de un mismo cuadrante, ayuda mucho a despistar, ocultar tus unidades y, en general, marear a tu rival, porque en ningún momento sabrá qué cartas has cogido y dónde las vuelves a dejar. Además, nos parece todo un acierto teniendo en cuenta la temática del juego y ayuda mucho en su inmersión ya que, en la vida real, un francotirador normalmente está obligado a cambiar de posición casi en cada disparo para no ser descubierto.

Aquí es donde también hay que tener en cuenta la utilidad del señuelo. Es una carta importantísima que hay que saber jugar bien, ya que si el rival elige revelar una carta, y ésta es un señuelo, el jugador estará obligado a dispararlo y por tanto, a indicar el cuadrante de donde ha salido el disparo. De hecho, no son pocas las veces en las que el señuelo conviene tenerlo cerca de los francotiradores para que el contrario caiga en la trampa cuando está buscando a tu tirador.

Y por último, debemos decir que es un juego en el que el factor suerte está bastante presente. Obviamente, cuando elegimos, o nuestro rival elige, una carta para desvelar, siempre hay un factor de azar. Esto ocurre incluso cuando tengamos ciertas pistas o indicios, ya que en muchas ocasiones sabremos de donde ha venido un disparo de nuestro rival de un turno anterior pero estaremos dudando entre dos o tres cartas. Con el transcurso de la partida, cada vez serán menos las veces en las que este factor esté presente, pero hay que tener en cuenta que esa expectación que se tiene al descubrir qué tipo de carta es la que elegimos, mantendrá una emoción altísima en muchas ocasiones.

Por otro lado, con respecto a su escalabilidad, debemos decir que aunque el juego va de 2 a 4 jugadores, creemos que realmente el juego donde más brilla es con las partidas a dos jugadores. Los turnos tienen una sola acción y son muy rápidos, por lo que el juego se convierte en un toma y daca entre ambos jugadores muy animado y dinámico.

Es cierto que jugar a cuatro jugadores también es gratificante. En el fondo, se juega de la misma manera, pero ahora cada bando está compuesto por dos jugadores que se alternarán los turnos con sus rivales y uno de ellos controlará a los tiradores y el otro al resto de unidades. Sigue siendo divertido y aparecerá la mecánica de la cooperación entre ambos jugadores que deberán coordinarse y ayudarse para atrapar a los rivales y a la vez, esconderse de ellos. A tres jugadores es cuando más descafeinado se siente porque utilizamos la misma alternancia de turnos que para cuatro jugadores pero uno de los bandos será controlado por un único jugador mientras que el equipo rival estará compuesto por dos. No defrauda y se puede disfrutar sin problemas pero queda un poco más asimétrico.

Por último, queremos destacar su altísima rejugabilidad. Ya de por sí es un juego muy rejugable por los diferentes despliegues iniciales y las distintas tácticas que realiza cada jugador en cada partida, pero además, el juego incorpora una versión avanzada y diferentes escenarios. Por una parte, jugando al modo avanzando, tenemos muchas más opciones muy interesantes disponibles en cada turno y que dependerán del tipo de unidades aliadas que tengamos.  Esta modalidad convierte a Scope Stalingrad en una especie de wargame ligero y le dota de una versatilidad que hará que podamos jugar con jugadores no iniciados, en su versión básica, y con auténticos jugones, en su versión avanzada.

Por otra parte están los diferentes escenarios que nos propone el juego. Se trata de diferentes configuraciones que cambian drásticamente los objetivos de la partida en los que tendremos como prioridad, por ejemplo, abatir a los oficiales, o a los morteros o incluso modalidades en las que te enfrentas en un cara a cara contra un único tirador o incluso teniendo que avanzar con nuestra infantería hasta la última línea enemiga. Modalidades muy bien implementadas y desafiantes que generan diferentes sensaciones a la hora de jugarlas.

Para concluir, debemos decir que Scope Staligrand se trata de un juego del ratón y el gato, donde la estrategia y faroleo están muy presentes. Un juego muy inmersivo ya que nos hace sentir unos auténticos francotiradores de la Segunda Guerra Mundial por un rato, teniendo que tomar importantes decisiones a la hora de saber cuál es el mejor momento para abatir a tu rival y cuándo cambiar de posición para no ser abatido, creando una sensación muy intensa y emocionante. Un juego que transmite mucho con muy poco.

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