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Sector 6

Compite hoy, respira mañana.

En Sector 6 te meterás en la piel de una pareja de presidiarios de una prisión espacial que deberán competir por el oxígeno que necesitan para sobrevivir. Deberás adentrarte en un complejo laberinto mecánico en constante movimiento y evitar quedarte encerrado.

Así se presenta Sector 6, un juego de mesa diseñado e ilustrado por Jaime González y editado por Draco Ideas en donde tendremos que dirigir a nuestros convictos por una serie de conductos laberínticos con el objetivo de conseguir la mayor cantidad posible del escaso oxígeno existente antes de que lo consigan nuestros rivales.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 10 miniaturas de 4 colores diferentes
  • 40 losetas hexagonales
  • 32 fichas de oxígeno
  • 1 manual de instrucciones
  • 1 manual de variantes de juego
  • 1 guía visual

¿De qué trata?

Para tu desgracia, Obliti es la prisión más dura del universo conocido. Aquí no tienes derecho a nada. Si quieres comer, debes trabajar y si quieres respirar, debes competir. Cada ciclo, los guardias dan acceso al Sector 6 solo a 8 presos. Este sector es una enorme red de conductos de distribución de oxígeno y el único lugar de la nave donde poder llenar tu tanque de supervivencia. Entrar es caro, pero debes competir si quieres respirar mañana.

En Sector 6, los jugadores deberán construir primero el laberinto con las losetas, que después recorrerán con sus personajes en busca de los marcadores de oxígeno. El jugador que consiga más puntos gana la partida.

¿Cómo se juega?

Preparación

Para preparar una partida de Sector 6, cada jugador debe coger sus dos miniaturas del mismo color y los dos puntos de inserción para cada una de ellas.

Seguidamente, se debe crear el laberinto con las losetas del juego. Para esto, tenemos dos opciones:

  • Utilizar uno de los laberintos prediseñados que se encuentran en la guía visual.
  • Crear nuestro propio laberinto.

Utilizar un laberinto prediseñado

Lógicamente es la opción que recomienda el juego para empezar con las primeras partidas. Existen diferentes tipos y con diferentes dificultades, para que los vayamos utilizando a medida que ganamos experiencia en el juego.

Consiste en recrear, con las losetas y fichas de oxígeno del juego, el laberinto que se muestra en la imagen escogida.

Una vez construido, por turnos, los jugadores irán colocando los puntos de inserción en el lugar que deseen siguiendo las siguientes normas:

  • Debe quedar en contacto con al menos dos losetas del laberinto.
  • Uno de sus lados debe coincidir con un lado abierto de la loseta adyacente.

Una vez colocado el punto de inserción, el jugador coloca una de sus miniaturas sobre él.

Cuando todos los jugadores hayan colocado sus dos puntos de inserción y sus dos miniaturas, puede comenzar la partida.

Crear nuestro propio laberinto

Es la opción más estratégica del juego y se recomienda utilizarla una vez que los jugadores conozcan bien las mecánicas del juego.

Consiste básicamente en ir creando el laberinto entre todos los jugadores. Es decir, son ellos los que decidirán qué disposición tendrá el tablero.

Para ello, cada jugador debe coger un número y el tipo de losetas que viene determinado por el número de jugadores y las baraja boca acabo. Para construirlo, cada jugador, por turnos, irá cogiendo una loseta de su pila y la deberá colocar en un lugar a su elección sobre la mesa, de tal forma que quede en contacto con al menos dos losetas ya colocadas (salvo en los dos primeros turnos lógicamente que no habrá dos losetas) y no será necesario que éstas estén conectadas a ningún pasillo.

Además de ir construyendo el laberinto, los jugadores deberán colocar, en el momento que deseen y donde quieran, sus losetas de puntos de inserción. Para ello, simplemente en uno de sus turnos de construcción, en lugar de colocar una loseta de laberinto, colocará un punto de inserción y su miniatura correspondiente. Este punto de inserción debe cumplir con las mismas normas que las losetas del laberinto y una adicional: no debe colocarse un punto de inserción al lado de ningún otro. Cuando se añade uno, el jugador coloca una de sus miniaturas sobre él.

Cuando todos los jugadores hayan utilizado todas las losetas de laberinto y sus puntos de inserción, colocando las miniaturas en ellos, simplemente se deberán poner las fichas de oxígeno correspondientes encima de cada loseta.

Desarrollo de la partida

Una vez que tenemos todo preparado, independientemente de la elección de cómo construir el laberinto, comienza la fase de la competición por el oxígeno entre los jugadores.

En su turno, cada jugador:

  1. Deberá mover a uno de sus personajes a una loseta disponible del laberinto y,
  2. Podrá realizar una acción sobre la loseta que acaba de dejar.

Reglas del movimiento de la miniatura:

  • Podrá moverse en línea recta tantos espacios como desee o permita el tablero.
  • No podrá cruzar paredes ni espacios sin loseta.
  • No podrá acabar su movimiento ni cruzar losetas ocupadas por ninguna otra miniatura.

Acciones posibles

Después de mover a su personaje, el jugador podrá realizar una de las siguientes acciones sobre la loseta que acaba de abandonar:

  • Recoger la ficha de oxígeno en el caso de que la hubiera.
  • Rotar la loseta 60º en la dirección que desee.
  • No hacer nada.

Rotación de las losetas

Hay que tener en cuenta que el laberinto se compone de enormes ruedas dentadas conectadas entre sí, de tal forma que la rotación de una rueda puede provocar el giro simultáneo de otra sala adyacente, pero en sentido contrario. Esto sucede cuando las paredes de dos losetas están en contacto ya que sus engranajes quedan unidos.

Por tanto, si el jugador decide rotar la loseta, se ponen en funcionamiento sus engranajes. Éstos tienen las siguientes reglas:

  • Dos losetas engranan cuando sus paredes están unidas. La loseta unida gira en sentido inverso.
  • Dos losetas no engranan cuando uno de sus lados no es un engranaje, sino un pasillo.
  • La loseta que se gira, puede hacer rotar varias losetas adyacentes siempre que cumplan la condición de engranajes.
  • Las losetas que rotan por acción de un engranaje, no hacen rotar a nuevas losetas.

Encerrado

Durante el desarrollo de la partida, puede darse el caso de que una de las miniaturas de alguno de los jugadores quede encerrada por la acción de los engranajes. En ese caso, deberá esperar a que, con su otra miniatura, o algún otro personaje de otro jugador, consiga liberarla moviendo nuevamente los engranajes hasta que le permitan salir.

En el caso de que las dos miniaturas del mismo jugador queden encerradas simultáneamente, el jugador deberá hacer dos rotaciones consecutivas de las losetas que ocupan sus figuras. Puede rotar dos veces una o una vez las dos. Después pasará el turno al siguiente jugador.

De esta forma, se sucederán los turnos en los que los jugadores tendrán que intentar conseguir la mayor cantidad de fichas de oxígeno que se encuentren dispersas por el tablero.

Fin de la partida

La partida finaliza cuando los prisioneros se hayan colocado encima de los últimos marcadores de oxígeno que quedaban disponibles en el tablero y que pasarán a la reserva del jugador correspondiente.

En ese momento, se cuentan los puntos que otorgan todos marcadores recogidos por cada jugador y el que más puntos tenga, será el ganador. En caso de empate, ganará quien haya conseguido más marcadores azules, luego verdes y por último, amarillos.

Variantes de juego

Existen diferentes modalidades y variantes del juego para adaptar la partida al gusto de los jugadores.

Por un lado, tenemos las variantes en función de la dificultad:

  • Novato: es el modo más sencillo y se tratan de partidas sin rotación de losetas. Los jugadores simplemente mueven a sus personajes por el laberinto y recogen las fichas de oxígeno.
  • Veterano: es el modo intermedio y consiste en que se pueden rotar las losetas, pero no se tienen en cuenta los engranajes. Es decir, solo rota una única loseta y las losetas adyacentes que estén conectadas no sufren efecto alguno.
  • Cadena perpetua: es el modo más complejo y es el que se ha explicado en el cómo se juega. Es la modalidad que ofrece una experiencia más completa ya que cuando un jugador gire una loseta, se activará el funcionamiento de engranajes que hacen mover a las losetas adyacentes que cumplan las condiciones.

Por otro lado, tenemos las variantes por equipos o en solitario:

  • Variante por equipos (4 jugadores): los jugadores del mismo equipo se colocan enfrente de su compañero para que jueguen de forma alterna a los jugadores del otro equipo. Se juega de la misma forma, pero cada jugador recoge sus propios marcadores de oxígeno. A la hora de puntuar, solamente se tiene en cuenta la puntuación del jugador del equipo que menos puntos tenga. Esta puntuación se compara con la puntuación del jugador que menos puntos tenga del otro equipo. Quien más puntos tenga de dicha comparación, hará ganador a su equipo.
  • Variante por equipos (5 jugadores): se juega por parejas (equipo A y equipo B) salvo un jugador que juega solo. A cada jugador le corresponde un personaje, a excepción del jugador suelto que tendrá a los dos de su color.
    Se juega y se puntúa de forma normal, pero, el jugador que juega solo, deberá mover a un personaje justo después de que lo haga cada uno de los jugadores del equipo B. De este modo, en cada ronda todos los equipos habrán movido en dos ocasiones.
  • Variante por equipos (6 jugadores): cada uno de los equipos lo componen 3 jugadores, utilizando un solo personaje cada uno de ellos. Los jugadores del mismo equipo se deben sentar de forma intercalada con el resto de los equipos y se puntúa de forma normal.
  • Variante en solitario: el jugador deberá sobrevivir con un único personaje en un laberinto junto con otros dos presos que se mueven de forma automática. Además, cada turno tiene un coste de oxígeno para el jugador. El objetivo del jugador será vaciar todo el laberinto de marcadores antes de que se asfixie. De este modo, el jugador sobrevivirá si le queda oxígeno suficiente cuando se acaben los marcadores.
    Además, esta variante cuenta con la campaña “The Last Level”. En ella, el jugador deberá pasarse 6 laberintos prediseñados de forma consecutiva, sin que se le agote el oxígeno. Los marcadores se acumulan de un laberinto a otro.
  • Variante duelo: Cada jugador tendrá un laberinto exactamente igual que el de su rival y contará en su laberinto con un prisionero de cada jugador (se cambia la posición del personaje en el otro laberinto). Cuando un jugador mueva el personaje de su tablero, su personaje repite la acción en el tablero rival, pudiendo robarle oxígeno. Se puntúa de forma normal.

¿Cuál es nuestra valoración?

Sector 6 es un juego de mesa abstracto y de estrategia en el que tendremos que competir por conseguir el oxígeno suficiente para poder sobrevivir un día más en la prisión espacial donde nos encontramos.

Sin duda, una de las características que más destaca del juego es su temática. Los juegos abstractos suelen ser difíciles de vestir y de dotarles de una ambientación que les siente bien. En este caso, Sector 6 lo consigue y nos mete de lleno en una historia de supervivencia carcelaria en una prisión interestelar. Resulta que somos presos condenados a cadena perpetua y cada cierto tiempo, los guardias nos dan acceso a una red de laberínticos conductos mecánicos por donde se distribuye el oxígeno para intentar obtener un poco de este preciado gas. El problema es que no somos los únicos que lucharemos por conseguirlo: otros presidiarios harán todo lo posible para robárnoslo. Esta es la estimulante situación que nos encontramos a la hora de enfrentarnos a una partida de Sector 6.

Además de la historia, tanto el aspecto gráfico como los componentes del juego ayudan bastante a meterse más aún en el papel. Una de las cosas que llama la atención es la dureza de su caja. Una caja rectangular con colores en diferentes tonos de azul, morado, gris y marrón en el que ya en la propia ilustración de la portada vemos como dos convictos están en plena competición en un ambiente futurista y con mascarillas y tanques de oxígeno en la espalda.

Una vez que la abrimos, nos encontramos con el componente estrella de este juego, las minis. Diez miniaturas bastante chulas en cuatro colores diferentes para distinguir a los equipos. Los convictos podrían haber sido troqueles o fichas sin más y tampoco hubiera pasado mucho, pero obviamente, el hecho de que el juego tenga minis, le da un toque espectacular y consideramos que ha sido todo un acierto. El resto de componentes lo forman las diferentes losetas hexagonales que van a utilizarse para crear los laberintos, que tienen un nivel artístico bastante bueno, y las fichas de oxígeno. Si bien es cierto que las ilustraciones de éstas últimas es lo que menos nos ha gustado, ambos componentes son de buena calidad. Por cierto, juego totalmente independiente del idioma.

Por otro lado, Sector 6 se trata de un juego abstracto, modular y bastante estratégico que tiene como principal mecánica de juego el movimiento por casillas con unas reglas muy simples y directas. En esencia, los jugadores deberán ir moviéndose, cumpliendo unas sencillas reglas, por los diferentes conductos que forman el laberinto e ir recogiendo oxígeno, que es lo que nos va a dar los puntos. También podremos rotar la loseta que dejamos para ayudarnos a abrir diferentes vías o perjudicar y encerrar a nuestros rivales.

Dicho así parece muy sencillo y, como decimos, en cuanto a reglas lo es, pero detrás se esconde un alto componente estratégico que hará las delicias de los jugadores más tácticos. En este sentido nos ha recordado un poco a otros juegos abstractos en los que inviertes casi tanto tiempo en pensar qué posibilidades tiene el rival cuando le toque que el tiempo que le dedicas a pensar qué hacer tu.

Además, el giro de las losetas es una vuelta de tuerca importante. Es cierto que, al principio no es fácil tener claro en tu mente cuáles y en qué dirección van a rotar las losetas adyacentes, pero con el paso del tiempo, empezarás a notar que tienes esos movimientos automatizados y todo será mucho más fluido. De hecho, sin duda, la existencia de los engranajes son la mecánica más importante del juego. Cada vez que se gira una loseta, el tablero cambia bastante y todos los planes que el resto de jugadores tenían pensados, pueden haber sido echados por tierra. Por tanto, obliga a todo el mundo a adaptarse continuamente a la situación actual.

Suele ocurrir que al principio de la partida, al haber muchas más fichas de oxígeno disponibles por el tablero, los jugadores se suelen limitar a mover una de sus minis y recoger uno de los marcadores, pero se nota como va cambiando esta dinámica conforme avance la partida y dichas fichas empiecen a escasear. Los jugadores es cuando empiezan a intentar pensar con más detalle las opciones que tienen para llegar hasta otro marcador intentando bloquear y que no llegue ninguno de sus rivales.

No debemos olvidarnos que, aunque el juego recomienda utilizar los mapas predefinidos para empezar a familiarizarse con él, (de hecho esta preparación lleva un poco de tiempo), una vez que lo tenemos dominado deberemos crear nuestros propios mapas. Por tanto, esto hace que, el componente estratégico del que hemos hablado antes, se acentúa desde el mismo momento en el que empezamos a colocar las losetas del laberinto y nuestros puntos de inserción en el tablero. Las primeras veces, pensarás que casi da igual donde colocarlas, pero grave error. Con el devenir de las partidas, comprenderás que no es lo mismo haber colocado una loseta en un sitio o en otro y esto es una de las cosas más agradecidas del juego, su curva de aprendizaje. Curva que tiene un pero, y es que, si un jugador novel se enfrenta a jugadores más experimentados, tiene todas las de perder. Al final el juego es sencillo de reglas pero la dificultad de la partida dependerá absolutamente del nivel de los jugadores rivales.

Uno de los aspectos muy favorables del juego es su escalabilidad. Tiene un abanico muy amplio, ya que va de 1, es decir, tiene modo solitario, y llega hasta los a 6 jugadores en su variante por equipos y debemos decir que funciona bastante bien a cualquiera de ellos.

El modo solitario nos ha parecido un desafío muy interesante y un reto considerable si queremos salir victoriosos del laberinto, pero además, han tenido en cuenta crear una pequeña campaña, «The last level» en donde tendremos que sobrevivir a seis escenarios que deberemos jugar de forma consecutiva. Sin duda, consideramos esta modalidad todo un acierto.

Si por el contrario, lo que queremos es jugar en pareja, podemos estar tranquilos porque funciona a la perfección. Como suele ocurrir en la mayoría de juegos abstractos, cuantos menos jugadores, más control sobre el tablero y más control sobre las acciones de los rivales. Por tanto, se suelen convertir en partidas más sesudas y estratégicas. Además, en esta ocasión, también tenemos la variante duelo, en el que recrearemos por duplicado el mismo laberinto y cada uno juega en su tablero pero teniendo que replicar sus movimientos en el tablero del otro jugador a modo espejo. Una variante muy original y divertida.

Con respecto al resto de número de jugadores, decir que ocurre justo lo contrario. La partida se vuelve mucho más difícil de controlar ya que serán muchos más los jugadores que intervengan en los cambios del tablero antes de que vuelva a ser tu turno. Esto hace que todo lo que podrías haber llegado a pensar, puede que tengas que volver a replanteártelo. Por tanto, a más jugadores es más caótico pero más estimulante.

Obviamente es un juego con una interacción muy alta entre jugadores. Gran parte de nuestros movimientos y decisiones influirán en los movimientos de nuestros contrincantes. Es más, en ocasiones, realmente la intención del movimiento de nuestras miniaturas será justamente ese, molestar, perjudicar o incluso encerrar a las minis de nuestros competidores. Y es justamente por ese motivo por el que existe una interacción muy alta, es decir, competimos los unos con los otros por las mismas fichas de oxígeno y por tanto, o bien, lo conseguimos nosotros o bien, nos lo quitarán ellos.

Es cierto que hay que tener cuidado porque, aunque las acciones son muy directas y rápidas, puede que algún jugador tenga algún pequeño AP en su turno y querer evaluar todas las posibilidades que tiene, tanto él como sus rivales, hará que los entre turnos sean más lentos.

Por último, queremos hablar de uno de sus aspectos más destacados, la rejugabilidad. Sin duda, estamos ante un juego con infinitos laberintos y con muchísimas variantes y opciones. El juego no solo trae multitud de laberintos predefinidos para que puedas empezar a familiarizarte con sus mecánicas, sino que cuando empecemos a crear nuestros propios laberintos, se pueden crear ilimitadas conexiones diferentes de las losetas. Además, obviamente, con el paso de los turnos, cada jugador habrá interferido tanto en el tablero que cualquier partida que empiece incluso con el mismo mapa, acabará de una forma totalmente distinta.

A esto hay que sumarle, como decimos, todos los modos que trae el juego: solitario, duelo, competitivo, por equipos… incluso existen modalidades diferentes en función de la dificultad que podremos tenerlas en cuenta para las primeras partidas de algún jugador o para jugar con los más peques de la casa. Está claro que si de algo no va a pecar nunca Sector 6 es de falta de posibilidades.

Para ir cerrando, en Sector 6 encontramos un juego de mesa abstracto, de reglas sencillas pero con un alto componente estratégico, con multitud de posibilidades y con un sistema de engranajes muy ingenioso que permiten transformar completamente los caminos del laberinto, lo que hará que tengas que moverte con inteligencia y astucia por el tablero para conseguir más oxígeno que tus rivales y así sobrevivir un día más en la prisión espacial.

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