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7 pecados

Venatus Ediciones es el editor de este juego de cartas con mecánica muy sencilla diseñado por Hugo Jiménez e ilustrado por Pablo Tomás. Su caja nos muestra los colores del bien y del mal para que seamos nosotros los que, jugando, nos posicionemos junto al ángel o junto al demonio, según nos convenga.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 48 cartas tamaño estandar: 6 de cada pecado y 6 de ángel y demonio.
  • 7 cartas tamaño tarot: una por cada pecado.
  • 12 cubos rojos.
  • 1 libro de reglas.

¿De qué trata?

En este juego de mesa deberemos evitar caer en las tentaciones de los 7 pecados capitales e intentar que los demás jugadores sucumban a ellos mientras tú permaneces santo, utilizando hasta tu fe para lograrlo.

Si el destino quiere, puede que dispongas de la ayuda de un ángel o de un demonio para dar aún más emoción al juego. No pecar será una odisea ya que habrá pecados de ida y vuelta, tentaciones a nuestro alrededor e, incluso, caídas del mismísimo limbo.

El objetivo será permanecer santo sin tener ningún pecado o, si los tuvieras, que sumen la menor cantidad de puntos posible.

¿Cómo se juega?

Preparación

Empezamos colocando en el centro de la mesa las 7 cartas de pecado ordenadas de menor a mayor puntuación.

Después creamos el mazo de las tentaciones mezclando las cartas de tentación con las de ángel y demonio.

Repartimos dos cartas de tentación a cada jugador y dos puntos de fe (los cubitos).

La partida

Comienza la partida el jugador que haya visitado más recientemente una iglesia.

En cada turno, cada jugador deberá robar una carta de tentación y, de las tres de su mano, jugar una sobre la carta de pecado correspondiente que podrá estar en el centro de la mesa o tenerla cualquier jugador.

Podremos utilizar nuestros puntos de fe para descartarlos, dejándolos en el mazo del limbo y evitar pecar. Los puntos de fe se recuperan cuando un jugador elimina una carta de pecado de su zona de juego para dársela a otro jugador, aunque siempre sin superar el límite máximo de dos cubos rojos por jugador.

Cuando una carta de pecado tenga dos cartas de tentación sobre ella, el que haya puesto la segunda, robará dicha carta y dejará los dos naipes de tentaciones en su hueco del centro de la mesa. La carta de pecado pasa a su zona de juego.

Los jugadores que hayan pecado, además de robar cartas del mazo de tentaciones, podrán robar del centro de la mesa cartas de tentación de los pecados que se encuentren en su zona de juego, y podrán jugarla sobre dichos pecados.

Hay seis copias de cada carta de pecado en el mazo de tentaciones y cuando todas se hayan jugado, se colocarán en el centro de la mesa boca abajo y ese pecado no podrá cambiar de jugador mediante cartas de tentación.

El Limbo

Este mazo es donde se dejan las cartas de tentaciones que hemos descartado gracias a un punto de fe. Cuando un jugador recibe un pecado, repartimos las cartas de este mazo, en orden, entre los jugadores contando a partir del jugador que ha pecado.

Cartas de Ángel y Demonio

Representan la dualidad del bien y el mal del ser humano. Cada una de las seis copias tiene cuatro efectos y al jugarlas solo podremos elegir uno de ellos:

  • Proteger: Evita que otros jugadores nos manden pecados.
  • Salvar: Envías un pecado que no esté tentado a cualquier jugador, siempre que no se encuentre protegido por un ángel.
  • Pecar: Puedes enviar un pecado que no se encuentre en tu zona de juego a otro jugador, siempre que no se encuentre tentado o que el jugador no esté protegido por un ángel.
  • Desproteger: Elimina y descarta la carta de ángel que este protegiendo a otro jugador.

Las cartas de ángel y demonio siempre se descartan después de ser usadas y además, podemos descartarnos de una de estas cartas para recuperar un punto de fe.

Otras variantes

Además del juego base que hemos comentado, en el libreto de instrucciones hemos encontrado otras variantes de juego para complicar o dar un giro a nuestras partidas anteriores.

  • Modo purgatorio de Dante: en vez de enviar los pecados a cualquier jugador, deberemos enviarlos a la zona de juego en donde esté el pecado anterior o posterior según las puntuaciones de las cartas de pecado.
  • Modo infernal: Aquí en vez de permanecer santo sin pecados o con los mínimos posibles, tendrás que hacer de demonio e intentar hacerte con todos ellos. Utilizaremos los cubos de fe y las cartas de ángel y demonio de diferente modo.
  • Modo por equipos: El limbo será nuestro gran aliado y, sentados de manera alterna, los miembros de ambos equipos deberemos ser santos o demonios, dependiendo del modo elegido al comenzar la partida.

Fin de la partida

La partida se acaba cuando se agota el mazo de tentaciones. Es, en ese momento, cuando todos los jugadores juegan dos rondas con las cartas de tentación de su mano y sin robar cartas del centro de la mesa. También podremos utilizar los puntos de fe que nos queden para enviar tentaciones al limbo.

El ganador será aquel que no tenga ningún pecado en su zona de juego. Si todos han pecado, aquel cuyos pecados sumen menos puntos, será el vencedor.

¿Cuál es nuestra valoración?

Este juego de cartas tiene una mecánica de card drafting muy sencilla, sus partidas se hacen muy amenas y los piques entre jugadores están asegurados.

Su pequeña caja rectangular nos ha parecido llamativa desde el primer momento debido a sus colores e ilustraciones porque nos hace intuir que vamos a jugar con una temática de cosas que no se deben hacer, ya no solo por el nombre del juego. Nos ha gustado que en la parte posterior indiquen qué tamaño de fundas serían las adecuadas si queremos protegerlas.

Las ilustraciones de este juego nos han encantado ya que ha conseguido hacer de una manera muy original continuos guiños al mundo de los juegos de mesa. Las cartas están llenas de detalles que no nos cansamos de analizar y le dan más calidad al juego. Nos gustaría resaltar el fondo en mosaico de meeples en todas las cartas, el símbolo del Spiel des jahres en la carta de soberbia o el personaje del Monopoly en la de envidia.

Es un filler sencillo con una original mecánica para que de una manera divertida y rápida expliquemos sus reglas y nos pongamos a jugar sin más dilación. Es cierto que tiene más reglas de las que en un principio esperábamos pero se monta en menos que canta un gallo y sus cartas no necesitan mucho espacio para poder ser jugadas.

Todos sus modos de juego nos han parecido divertidos porque para llegar a conseguir nuestro objetivo de santo o diablo hemos tenido que lidiar con los demás jugadores y adoptar diferentes estrategias para conseguir llevarnos la victoria. Continuos giros en el desarrollo de las partidas, añadiendo el azar de las cartas del limbo, han dado lugar a desenlaces inesperados de personas que pensaban que no se iban a convertir en diablos.

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Última actualización el 2024-10-06 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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