En Corruptia, el país más corrupto del mundo, los senadores y senadoras harán todo lo posible para aumentar sus riquezas. Engaña, soborna, compra votos, chantajea y colúdete. Todo está permitido. Cualquier parecido a la realidad, por supuesto, es pura coincidencia.
Así se presenta Corruptia, un juego creado por Cami Muñoz y Feño Casals, ilustrado por MalaImagen y que nos trae la editorial Fractal Juegos, en donde cada jugador será un senador de un partido político que irá proponiendo proyectos de ley para su votación para ayudar al pueblo, pero con el objetivo real de enriquecerse con sus propios negocios.
Ficha
- Número de jugadores: de 2 a 5
- Edad Mínima: 14 años
- Duración: de 45 a 60 minutos
- Interacción: Competitivo
- Mecánicas: Hand Management, Stock Holding, Take That y Voting
- Versiones: No
- Expansiones: No
- Editor: Fractal juegos
- Año de publicación: 2019
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¿Cuál es su contenido?
- 90 cartas de proyecto de ley
- 20 cartas de chantaje
- 5 cartas de ayuda
- 5 tableros de Senador
- 33 trabajadores
- 1 dado del pueblo
- 1 ficha presidencial
- 30 fichas de apoyo ciudadano
- 1 libreta de puntuaje
- 1 reglamento
¿De qué trata?
En Corruptia, cada jugador representa a un senador de un partido político y serán quienes escuchen la voz de la gente. El problema es que el verdadero objetivo de los senadores no es el bien común, sino la plusvalía de sus negocios privados.
Durante la partida, se irán proponiendo diferentes proyectos de ley que se someterán a votación, pudiéndose comprar votos mediante chantajes, sobornos, mentiras y trucos.
Cada senador tiene en su mano una agenda personal que conseguirá que aumente de valor a través de la aprobación de proyectos que le favorecen.
Al final de la partida, se tendrá en cuenta el número de leyes aprobadas y los trabajadores que tiene asignados y se multiplicará por el número de cartas de tu agenda secreta. Quién más puntos consiga, será el ganador.
Elementos del juego
Tableros de senador
Cada tablero muestra al senador de un partido político (existen 5). Cada jugador representará a uno de ellos durante la partida.
Programa de gobierno
El programa de gobierno está formado por las cartas de proyecto de ley que están aprobadas y dispuestas sobre la mesa. A medida que los senadores van aprobando nuevos proyectos de ley, el programa de gobierno se va haciendo cada vez más grande.
Cartas de proyecto de ley
Cada carta de proyecto de ley contiene una propuesta y el color indica a qué departamento pertenece.
Los proyectos de ley pueden ser propuestos por los senadores para que sean parte del programa de gobierno donde su aprobación se someterá a votación. Cada uno tiene un presupuesto para pagar a los funcionarios públicos que entren a trabajar en él.
Una vez aprobados, pasan a ser parte del programa de gobierno junto con los funcionarios públicos y apitutados que trabajarán en él.
Al final del juego, los proyectos de ley que cada jugador guarde en su mano representan la propiedad privada que tiene el senador. Son importantes ya que representarán la principal fuente de puntos.
Cartas de chantaje
Las cartas de chantaje representan situaciones comprometedoras que cada senador cometió y pueden ser utilizadas para extorsionar a otro senador y presionarlos a votar SI o NO en la fase de votación. El senador chantajeado no está obligado a hacer caso del chantaje, pero si no lo hace tendrá repercusiones.
Funcionarios públicos
Son quienes realizan el trabajo en Corruptia, posicionándose en los distintos proyectos de ley. Al final del juego, para calcular el valor de los distintos departamentos, se considerará la cantidad de funcionarios públicos puestos en ellos.
Apitutados
Son las personas protegidas o enchufes de los senadores, y pueden trabajar en cualquier proyecto de ley sin dar entrevistas, ni rellenar formularios.
No tienen expectativa de renta ya que pueden pedir el sueldo que quieran. No se pueden mover del proyecto de ley en el que son colocados. Cada apitutado no utilizado otorgará 5 puntos al final de la partida.
Dado del pueblo
En las caras del dado del pueblo se encuentran los distintos departamentos, además de una cara especial con una letra R (Revolución).
La cara obtenida al lanzarlo indica el departamento que tendrá la preferencia del pueblo durante ese turno y se premiará a los senadores que busquen crear proyectos de ley de ese departamento.
Fichas de apoyo ciudadano
Son una recompensa para los senadores que escuchen al dado del pueblo y podrán ser usadas para su beneficio.
Al final de la partida, cada ficha de apoyo ciudadano le dará 5 puntos a su dueño.
Ficha presidencial
Indica quién es el jugador inicial de cada ronda. Además, servirá para resolver empates en las votaciones.
¿Cómo se juega?
Preparación de la partida
- Retira del juego el número de cartas de proyecto de ley en función del número de jugadores. Baraja las cartas restantes que son las que formarán el mazo de cartas de proyectos de ley.
- Revela las primeras 3 cartas del mazo para formar el programa de gobierno inicial. Deben ser de tres departamentos diferentes y deben tener 3 expectativas de salario diferentes.
- Coloca 6 funcionarios públicos sobre cada proyecto de ley del programa de gobierno inicial en sus puestos de trabajo.
- Cada jugador elige un tablero de senador.
- Cada senador recibe las cartas de chantaje de su partido político y reparte una a cada oponente.
- Reparte a cada senador 3 apitutados.
- Pon al alcance de todos los senadores, las fichas de apoyo ciudadano y el dado del pueblo.
- Reparte 4 cartas de proyecto de ley del mazo a cada senador y estos deberán descartarse de una. Las tres restantes formarán el mazo inicial.
- Para elegir al jugador inicial de la primera ronda, los jugadores deben discutir quién tiene el contacto más influyente. El jugador inicial recibe la ficha presidencial.
La partida transcurre en un total de 5 rondas.
Inicio de la ronda
El jugador inicial debe repartir 2 cartas de proyecto de ley del mazo a cada senador, incluyéndose, para que formen parte de sus respectivas manos. Por último, debe revelar 3 proyectos de ley y ponerlas en la pila de descartes.
Los senadores realizarán un turno cada uno comenzando con el jugador inicial de esta ronda.
Cada turno está formado por las siguientes 6 fases:
Fase 1: Preferencia del pueblo.
El jugador activo lanza el dado del pueblo para determinar cuál es la preferencia del pueblo en su turno. Si en la primera ronda sale la cara con una “R”, se repite el lanzamiento.
Fase 2: Propuesta de proyecto de ley.
El jugador activo debe escoger un proyecto de ley de su mano y añadirlo al programa de gobierno. Puede ser diferente o igual a la preferencia del pueblo. Deben colocarse intercalados y uno de sus lados debe tocar al menos una carta del programa de gobierno.
El jugador activo debe proponer 3 funcionarios públicos o apitutados para el nuevo proyecto de ley respetando las siguientes reglas:
- Los funcionarios públicos propuestos han de proceder de cartas de proyecto de ley adyacentes y sus expectativas de renta deben ser iguales al presupuesto del proyecto de ley propuesto. Si se cumple, el jugador debe mover a los funcionarios a la zona de entrevistas de sus proyectos de ley actuales.
- El jugador podrá, si quiere o si no tiene otra opción, utilizar a los apitutados de su reserva. Estos también deben colocarse en la zona de entrevistas y pueden tener cualquier expectativa de renta. Una vez asignados, se quedan en ese puesto para siempre.
Fase 3: Negociación.
Los senadores deben discutir la propuesta presentada, intentando cada uno lograr lo más conveniente para sus propios intereses. Pueden negociarse cambios de:
- La carta de proyecto de ley por otra que el jugador tenga en su mano.
- La ubicación de la carta de proyecto de ley.
- El origen de los funcionarios públicos. Pueden proponerse funcionarios públicos de otras cartas vecinas, o incluso reemplazarlos por apitutados de la reserva propia o de otro jugador.
Todo es negociable excepto las cartas de la mano y las fichas de apoyo ciudadano.
Todos los senadores pueden intervenir, pudiendo haber varias propuestas durante la misma negociación, pero la propuesta final es decidida siempre por el jugador activo. En esta fase, cualquier senador puede usar una o más de sus cartas de chantaje para votar SI o NO en la votación. Un senador nunca puede recibir más de una carta de chantaje en el mismo turno. No se puede chantajear a un senador que no tenga fichas de apoyo ciudadano.
Fase 4: Votación
Todos los jugadores colocan sus puños al centro y revelan su voto al mismo tiempo a la cuenta de tres. Existen tres opciones:
- Voto SI (pulgar hacia arriba): Apoya el proyecto de ley.
- Voto NO (pulgar hacia abajo): No apoya el proyecto de ley.
- Ausente (mano abierta): Se ausenta a la votación (no se considera para el conteo de voto). Solo pueden ausentarse a la votación quienes tengan al menos una ficha de apoyo ciudadano. A su vez, éstos podrán descartar bocarriba un proyecto de su mano y robar otro a elección de la zona de descarte. Si más de un jugador se ausentó, se sigue el orden del turno para robar los proyectos de la zona de descarte. Los proyectos de ley descartados y robados deben ser mostrados a todos los jugadores. Se eliminan todas las cartas de chantaje utilizadas (independiente de si funcionó el chantaje o no).
Cada senador es libre de votar como desee, incluso si la propuesta es suya. Está permitido que los jugadores chantajeados voten de otra manera a la que fueron presionados, pero serán penalizados.
Fase 5: Resolución.
Se llevarán a cabo los resultados de la votación. Se debe proceder del siguiente modo según su resultado:
Si sale aprobado
El proyecto se incorpora al programa de gobierno en el lugar propuesto. Mueve a los funcionarios públicos de las áreas de entrevista a los puestos de trabajo del nuevo proyecto al igual que si incluye apitutados.
Si sale rechazado
El proyecto es rechazado, por lo que debe ser puesto en la zona de descarte. Devuelve los funcionarios públicos desde las áreas de entrevista a sus puestos de trabajo y los apitutados se devuelven a la reserva de los jugadores.
Si hay empate
El jugador inicial lanza la ficha presidencial al aire para ver si es aprobado o rechazado.
Fase 6: Opinión pública
Ésta es la fase final del turno, en la que se evalúa si algún senador gana o pierde fichas de apoyo ciudadano debido a sus acciones.
Ganan apoyo ciudadano cuando:
- Los senadores que votaron SI a un proyecto de ley con preferencia del pueblo.
- Los senadores que votaron NO a un proyecto de ley (de cualquier departamento) en revolución.
Pierden apoyo ciudadano cuando:
- Los senadores que no obedezcan a un chantaje recibido. La prensa se entera y da a conocer las situaciones comprometedoras.
- Los senadores que se ausentaron en la votación.
- En caso de ausentarse y no cumplir con un chantaje el senador pierde 2 fichas de apoyo ciudadano. Si el senador no tiene fichas de apoyo ciudadano, no pierde fichas.
Fin de la ronda
Cuando todos los senadores hayan llevado a cabo su turno, se da por finalizada una ronda de juego. El jugador inicial deberá entregar la ficha presidencial al jugador de su izquierda, quien pasará a ser el jugador inicial de la próxima ronda.
Fin de la partida
Una vez que finalice la quinta ronda, se calcula la puntuación que ha obtenido cada senador de la siguiente manera:
- Cada ficha de apoyo ciudadano: 5 puntos.
- Cada apitutado no utilizado: 5 puntos.
- La propiedad privada de cada senador: Calcular.
La propiedad privada de cada senador está representada por las cartas de proyecto de ley que conserven en sus manos al final del juego.
Para calcular su valor, se deberá primero calcular el valor de cada departamento en el programa de gobierno, que será común a todos los senadores. Para esto, se debe contar la cantidad de proyectos de ley adyacentes del mismo departamento y multiplicarlos por el número de funcionarios públicos y apitutados que hay en ellos. En caso de que un departamento esté dividido en distintos bloques dentro del programa de gobierno, se debe contar la puntuación que tiene cada bloque de manera independiente y luego sumarlos.
Una vez obtenida la puntuación de cada departamento en el programa de gobierno, se debe multiplicar la cantidad de cartas de cada departamento presente en la mano por el valor que tiene cada departamento.
Quien obtenga la mayor cantidad de puntos, será el ganador. En caso de empate, ganará quien tenga más apoyo ciudadano.
¿Cuál es nuestra valoración?
Corruptia es un juego de mesa intelectual sobre la corrupción política y con unas mecánicas de gestión de mano y votación que generarán momentos de mucha negociación entre los jugadores que representan a diferentes senadores de distintos partidos políticos.
Lo primero que debemos hacer es resaltar todo el trabajo relacionado con su estética y sus ilustraciones. Se tratan de dibujos realizados por MalaImagen, conocido caricaturista chileno quien está especializado en tiras políticas en dicho país y que casa perfectamente con su temática. No podían estar más acertados. El tono desenfadado de todo el juego le sienta muy bien.
El resto de los componentes mantienen el nivel y todos los materiales utilizados para su confección son de buena calidad. Se nota cómo la industria de los juegos de mesa chilena avanza a pasos agigantados.
Otro aspecto muy importante que hay que destacar del juego es, sin duda, su temática. Además de por su aspecto original y novedoso, ya que no hay muchos juegos que se han atrevido a adentrarse en este mundo, es que la política como eje central del juego funciona muy bien, dando a los jugadores la sensación de sentirse como un verdadero político intentando negociar y manipular al resto de jugadores. Pero es que incluso, tratándose de la corrupción en la política, han acertado plenamente. Si algo sobra en todos los países es corrupción.
Además, en este sentido, hay que decir que el juego no solo funciona en aquellos grupos que están muy metidos en este tema, ya que, en el fondo, no hay que conocer mucho dicho ámbito, sino más bien funciona en todos aquellos grupos que les gustan los juegos de gestión y negociación.
Al final, el objetivo del juego es ver quién obtiene más dinero haciendo pasar las leyes que más le interesan según la propiedad privada que quiere conservar al término de la partida.
Por tanto, la gracia del juego es ser el más corrupto y cada jugador debe saber manipular a los demás participantes para que los proyectos de ley que le interesen puedan ser aprobados. De esta forma, cada carta podrá otorgarle un mayor valor a sus propiedades privadas, llevándole a tener más puntos al final de la partida.
El problema es que no es llegar y proponer una ley. Para que ésta sea aprobada, hay que votar, y como todo buen político, los votos se negocian. En esta fase todo es válido: comprar votos, chantajes e incluso usar el apoyo popular para obligar a aprobar una ley.
Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta es su forma de puntuar. Hay que ser conscientes que lo más valioso es tu propiedad privada. Ésta está formada por las cartas que te quedan en la mano una vez que se finalicen las cinco rondas. De nada sirve intentar aprobar varias leyes de un mismo departamento con muchos funcionarios públicos (que hará que dicho departamento valga mucho) si luego en nuestra propiedad privada no tenemos ninguna carta de ese color. De hecho, esto nos daría 0 puntos.
En este sentido, se crea un agradable pero intenso equilibrio entre qué cartas debemos proponer y qué debemos quedarnos, ya que puede ocurrir lo contrario. Es decir, conservar hasta el final de la partida muchas cartas de un mismo departamento pero que no haya ninguna carta de dicho color en el programa de gobierno. Tendríamos el mismo resultado, 0 puntos.
Ésta forma de puntuar nos recuerda mucho a cómo lo hace el juego Kingdomino, pero con un sistema de asignación de trabajadores para aprobar leyes muy original que no hemos visto nunca y es lo que hace que Corruptia sea un juego tan atractivo.
La rejugabilidad es una obviedad. Cada partida es totalmente diferente. No solo porque las cartas repartidas y excluidas serán otras, sino porque cada jugador intentará jugar sus cartas y sus manipulaciones de forma distinta para engañar una y otra vez al resto de los jugadores, cambiando de estrategia para despistar continuamente.
Su escalabilidad es bastante buena. Es un juego totalmente recomendado para disfrutarlo en cualquier rango de jugadores, pero se hace especialmente más divertido e intrigante si lo juegan 4 o 5 personas. Sin duda, se van a reír mucho, especialmente en el momento de presentar un proyecto de ley y tener que convencer a los demás, porque a veces la labia es suficiente para obtener el apoyo necesario pero, en ocasiones, tendremos que recurrir a otras tretas para poder conseguir nuestros objetivos.
Con todo ello, queremos concluir que Corruptia se presenta como un juego casi único en su especie por su original temática y donde se pondrán a prueba las habilidades de cada jugador en las artes de la negociación y manipulación para conseguir salir victorioso de este fantástico juego.
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