Mamá dragón ha tenido cuatro lindos dragoncitos y para alimentarlos ha comenzado a rociarles con una avalancha de gemas y monedas que fue acumulando pacientemente durante siglos. Los pequeños tendrán que apresurarse y capturar los tesoros para absorber su energía mística y crecer más fuertes.
¡La carrera de dragones ha comenzado!
Así se presenta Dragon Rush, una propuesta familiar de Vedra Games que ha sido creada por José Diego Méndez y diseñada por Jorge Carrero y África Mir, donde los participantes se pondrán en la piel de los bebés dragón para ir recogiendo las diferentes riquezas que hay por toda la caverna.
Ficha
- Número de jugadores: de 1 a 4
- Edad Mínima: 6 años
- Duración: 60 minutos
- Interacción: Competitivo
- Mecánicas: Tile placement (colocación de losetas)
- Versiones: Si
- Expansiones: No
- Editor: Vedra Games
- Año de publicación: 2017
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¿Cuál es su contenido?
- Tablero de juego
- 4 cartas de dragón
- 1 Ficha de fortuna
- 1 Ficha de rey de la caverna
- 124 marcadores de gema/moneda
- 24 marcadores de energía mística
- 24 fichas de nube de ceniza
- 12 fichas de huevo de dragón
- 1 Bolsa de tesoros
- Instrucciones
¿De qué trata?
Dragon Rush es un divertido juego abstracto donde los jugadores deberán ir cogiendo y soltando diferentes gemas y monedas con las que formar líneas y diagonales. Crearlas traerá consigo recompensas, en forma de puntos de energía mística o monedas, con sus respectivas ventajas.
Además, los huevos de dragón y las nubes de ceniza añaden más dinamismo al reto.
Quien más puntos tenga al final de la partida será el vencedor.
¿Cómo se juega?
Antes de empezar, se sitúa el tablero en el centro de la mesa y junto a él, las fichas de energía mística. Se introducen todas las demás fichas en la bolsa. Hay que tener en cuenta que todas las gemas cuentan con una moneda de oro, de plata o de bronce en su reverso.
Cada participante escoge un dragón, tomando su correspondiente carta y se establece el jugador inicial, que será el más joven. A partir de él, se jugará en sentido horario.
En el turno, lo primero que el jugador debe hacer es elegir qué lado de la carta de dragón quiere utilizar. En lugar de elegirlo, también se puede optar por lanzar la ficha de la fortuna. Si sale la cara de mamá dragón contenta se utilizará el lado recto de la carta. Si por el contrario, sale la cara enfadada, se deberá utilizar la cara con la forma en “l”.
A continuación, el jugador sacará de la bolsa 3 fichas al azar y las colocará en orden descendente sobre cada espacio de la carta de dragón, tal como las coge, es decir, sin dar la vuelta a las fichas. A estas tres fichas se le llama “la triada”.
Una vez formada la triada sobre la carta de dragón, se deberá colocar sobre el tablero. Para ello, se situará la carta en el borde del tablero en la parte que más nos interese y en la posición que más nos beneficie.
Una vez hemos elegido el lugar y la posición, el jugador debe dejar caer las fichas encima del tablero. Se desplazan en línea recta como si fueran un bloque hasta que hagan contacto con alguno de los bordes del tablero, con una ficha ya colocada en éste o con el centro, es decir, el foso. En ese momento, el movimiento de todas las fichas se detiene, incluso si alguna ficha tuviera espacio para seguir avanzando.
A medida que se van sucediendo los turnos, en el tablero empezará a haber diferentes fichas y situaciones que propiciarán las explosiones de gemas y monedas.
Estas explosiones se generan cuando se consiguen agrupar sobre el tablero al menos 3 fichas iguales en una línea recta o en una diagonal.
Cuando esto ocurre, el jugador retira las fichas del tablero y consigue puntos en función del tipo de gema o moneda que haya conseguido hacer explotar. Cada combinación de 3 gemas o monedas nos otorgará una serie de puntos de energía. Además, cada gema o moneda extra nos dará 1 punto adicional.
Además, se debe tener en cuenta que, en el caso de las gemas, una vez retiradas del tablero, se devuelven todas a la bolsa. En cambio, con las monedas, se devolverán todas menos una, que se la quedará el jugador en su zona y le permitirá utilizar una de las siguientes habilidades en función de la moneda:
- Las monedas de cobre permiten dar la vuelta a una ficha del tablero.
- En cambio, las monedas de plata permiten dar la vuelta a dos fichas del tablero o explotar una ficha, que si es del color del dragón del jugador, dará un punto.
- Las monedas de oro permiten dar la vuelta hasta a tres fichas del tablero, explotar dos fichas o mover una ficha de gema o moneda a una casilla desocupada adyacente de forma ortogonal.
Los huevos de dragón
Estas fichas se colocan del mismo modo que las demás, pero una vez colocadas en el tablero explotan, haciendo que todas las fichas que se encuentren en una casilla adyacente, ya sea ortogonal o diagonal, sean retiradas del tablero y devueltas a la bolsa.
De las fichas explotadas, obtendremos un punto de energía por cada gema que sea del mismo color que nuestra carta de dragón. Después de esto, el huevo no se devuelve a la bolsa, sino que se sitúa en el foso de la caverna.
Nubes de ceniza
Estas fichas no otorgan ningún tipo de beneficio y solo están para entorpecer las jugadas. No explosionan al ser combinadas. La única manera de deshacernos de ellas es provocando, en una casilla adyacente, una explosión de gemas, monedas, huevos o por el uso de tesoros.
Las fichas de ceniza eliminadas se retiran del juego y no se devuelven a la bolsa.
Una vez que puntuemos, pasa el turno al jugador siguiente.
Fin de la partida
La partida de Dragon Rush llegará a su final de distinta manera según el modo de juego en el que se esté jugando:
- Clásico: En este modo la partida finalizará cuando ya no se puedan colocar más triadas en el tablero. Gana el jugador que haya acumulado mayor número de puntos de energía.
- Ruleta de Dragón: La partida finalizará cuando no se puedan colocar más triadas o cuando hayan salido los 12 huevos de dragón que hay en la bolsa. Gana el jugador con mayor número de puntos de energía.
- Rey de la Caverna: En este modo ganará el jugador que termine con la ficha del Rey de la Caverna en su poder. Cuando el primer jugador en su turno consigue una puntuación, se lleva la ficha de Rey de la Caverna y sitúa sobre ella los puntos de energía obtenidos. A partir se ahí seguirá en su poder hasta que otro jugador se la robe al igualar o superar la puntuación máxima actual de la ficha del Rey de la Caverna. La partida termina cuando salgan los 12 huevos de dragón.
- Muerte súbita: Se juega de la misma manera que en el modo clásico pero gana el primer jugador en conseguir 20 puntos.
- Cuenta atrás: En este último modo, los jugadores empiezan con 10 puntos de energía en su poder. Cada vez que un jugador puntúa, suma los puntos correspondientes y el resto de jugadores pierde 1 punto de energía de su reserva. Gana el primer jugador en llegar a 20 puntos o el que tenga más puntos cuando salgan los 12 huevos de dragón.
¿Cuál es nuestra valoración?
Dragon Rush es un juego de mesa abstracto, familiar, divertido y emocionante donde prima la sencillez y la rapidez para crear las filas de gemas o monedas para obtener los puntos que te llevan a la victoria.
Estéticamente llama mucho la atención, especialmente para los más pequeños. La ilustración de la portada de la caja es muy bonita y colorida. Desde el primer momento te mete en su temática, viendo como los cuatro dragoncitos corretean entre montañas en busca de riquezas. La caja, además, tiene un tamaño relativamente contenido para todo el material que lleva dentro, especialmente por la cantidad de fichas de monedas o gemas. Todas ellas muy variadas y bien ilustradas dentro de la sencillez que necesitan. Sin duda, estamos ante un juego con unos componentes de buena calidad y totalmente independientes del idioma.
Sus reglas son sencillas y sus turnos estructurados lo que lo convierten en una propuesta perfecta para pasarlo bien con los más pequeños de la casa. Éstos no sólo disfrutarán de su temática y ambientación sino también de su emocionante explosión de fichas. Con el juego potenciarán la socialización, la comunicación y la imaginación e incluso aprenderán a optimizar espacios y a saber aprovechar las recompensas ganadas.
Los adultos también valorarán la emoción en la extracción de las gemas y monedas con las explosiones, pero también lo harán con la estrategia que se necesita para poder planificar con más o menos acierto los turnos venideros que, sin duda, pueden cambiar de rumbo en cualquier momento.
Como se puede comprobar desde los primeros minutos de la partida, estos planes estratégicos, la toma de decisiones y la interacción entre jugadores no pasan a un segundo plano. Cada turno será un toma y daca donde cada jugador no solo tendrá que pensar cuál es su mejor zona de lanzamiento de gemas, sino pensar cuáles va a dejar en el tablero sin explotar y ser una fuente rica de puntos para el siguiente jugador.
Además, en el juego hay que tener en cuenta el resto de elementos. Los huevos de dragón pueden dar puntos adicionales, aunque también pueden destrozar líneas que beneficiarían, y mucho, al rival. Por otro lado, las nubes de ceniza serán el estorbo perfecto, especialmente para las gemas de colores de jugadores rivales. Hasta incluso la utilización correcta de los beneficios que te aportan las monedas también soluciona malas jugadas y puede darte los puntos extra que necesitas.
La escalabilidad del juego es bastante buena y ajustada. Hay que tener en cuenta que el juego es más largo de lo que puede parecer en un primer momento y lógicamente, cuantos más jugadores, generalmente la partida durará algo más. A nosotros cada partida a dos jugadores nos ha durado cerca de los 40 minutos y cuando hemos sido cuatro se va a los 60. No es un aumento importante pero sí a tener en cuenta. Especialmente porque lo único negativo que podemos achacar al juego es quizás su mecánica un poco repetitiva en cada turno. Coger gemas de la bolsa, ponerlas en la tarjeta y soltarlas en una parte del tablero. Emocionante y divertido, pero para algunas personas se le puede hacer algo monótono cuando el juego sobrepasa la media hora.
La rejugabilidad en este juego es magnífica. Un juego con una larga vida y no solo por su propia mecánica en la que, en cada partida, las triadas que se formen en los turnos serán distintas así como las jugadas realizadas por los participantes, sino sobre todo por la gran cantidad de variantes que tiene el juego. Por ejemplo, en Ruleta Dragón, la partida termina al explotar todos los huevos. En Rey de la Caverna, el vencedor será quién conserve la ficha correspondiente. En Muerte Súbita, prima la rapidez, puesto que el ganador será quien sume 20 puntos y en Cuenta Atrás, aparece el robo de puntos ya que se empieza el reto con 10 puntos y se pierden cuando otro puntúe. A esto le podemos añadir la elección o no del lanzamiento de la ficha de la fortuna para que el lado de la tarjeta sea aleatorio y no elegida por el propio jugador.
Por último, debemos decir que en algunos momentos hemos llegado a tener incluso la sensación de estar jugando a uno de los clásicos juegos para móviles en los que debemos combinar piezas de un mismo color para hacerlas explotar. Demostrando claramente cómo cualquier cosa puede ser adaptada con eficiencia a los juegos de mesa.
Para resumir, con Dragon Rush estamos ante un juego de mesa muy divertido, original y con tal cantidad de variantes de juego que podremos pasar largas tardes entretenidos durante mucho tiempo. Aunque queda lejos de agradar a quienes disfrutan de propuestas complejas, sí que hará las delicias de quienes buscan títulos sin demasiadas complicaciones.
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Última actualización el 2024-10-07 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados