«Ori» doblez, «Kami» papel, «Game» juego. Dobla, gira y arruga tu trozo de papel para crear la felicidad de la grulla, la protección del elefante, la alegría de la mariposa. ¿Alguien será capaz de reconocerla?
Así se presenta Origame, un juego creado por Anna Lucini y Pau Moré, ilustrado por Alba Aragón y que nos trae la editorial GDM.
Ficha
- Número de jugadores: 3 a 6
- Edad Mínima: 8 años
- Duración: 15 a 30 minutos
- Interacción: Competitivo
- Mecánicas: Party Game
- Versiones: No
- Expansiones: No
- Editor: GDM games
- Año de publicación: 2023
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¿Cuál es su contenido?
- 110 cartas
- Hojas de origami
- 1 reglamento en varios
¿De qué trata?
Tenemos ante nosotros un juego en el que dispondremos de 2 minutos para poder doblar, girar, arrugar y dar forma a nuestra hoja de origami para que se parezca lo máximo posible a la figura que hemos elegido en la carta.
Después realizaremos las votaciones y el jugador con más puntos ascenderá a Sensei Maestro.
¿Cómo se juega?
Preparación
Nombraremos un sensei y repartirá 1 papel de origami y 3 cartas al azar a cada participante, de las que cada participante deberá elegir una de ellas, de la cara que hayamos elegido para la partida.
Dejaremos el resto de cartas, por el lado del icono elegido, formando un mazo de robo al alcance de todos los jugadores.
Desarrollo
Tras haber elegido qué dibujo va a representar cada jugador, en secreto, el sensei recogerá todas esas cartas y las mezclará dejándolas a un lado para más adelante.
Ha llegado el momento en el que cada uno de los jugadores deberá, durante los 2 minutos disponibles, doblar, girar, arrugar y dar forma a su hoja de origami para representar lo que aparecía en su carta. No se puede cortar ni romper la hoja en ese proceso.
Cuando haya pasado el tiempo, el sensei volverá a coger las cartas de idea que habíamos dejado a un lado y las pondrá en el centro de la mesa mostrando la cara elegida.
Por turnos, iremos votando de quién creemos que es cada carta, votando las dos personas que están a cada lado de cada uno de los jugadores. Para ello, deberemos mirar las creaciones que tendremos cada uno delante de nosotros pero sin revelar si han acertado o no en su decisión los jugadores que votan.
Repetiremos este proceso para cada participante hasta que se hayan votado todas las creaciones.
Habrá llegado la fase de revelación en la que, empezando por el sensei de la ronda, iremos revelando a quién corresponde cada carta según la creación. Si alguno de los dos participantes de sus lados ha votado tu creación y ha señalado tu carta, podrás quedártela como recompensa.
Cada participante que haya acertado a su vez la carta de alguien, ganará una carta de la pila de robo. Repite este proceso para cada participante hasta que se hayan revelado todas las creaciones. Cada participante guarda sus cartas ganadas en esta fase hasta el final de la partida.
Empezaremos una nueva ronda y entonces el participante de la derecha del anterior asciende a sensei.
Desplegaremos nuestros papeles de origami y el nuevo sensei robará tantas cartas como se hayan acertado en la ronda anterior y las mezclará con las que queden en la mesa para repartirlas como nuevas ideas.
Comenzará el siguiente turno y repetiremos los mismos pasos.
Fin de la partida
Cuando todos los participantes hayan sido sensei una vez, acabará la partida.
Cada participante sumará los números que muestran las cartas que ha ganado a lo largo de la partida por la cara elegida y quien tenga más puntos ascenderá a gran sensei y será el ganador. En caso de empate, ganará quien haya hecho la mejor creación de entre los empatados.
¿Cuál es nuestra valoración?
GDM lanza de nuevo un juego con aire asiático cuyos autores son los mismos que los de otros ya lanzados por la misma editorial: Franky y Senbazuru. En Origame que tendremos que ser habilidosos con un papel ya que tenemos que conseguir representar lo mejor posible el objeto que tenemos en nuestra carta pero solo con un trozo de papel.
En esta ocasión, Alba Aragón vuelve a estar a cargo de las ilustraciones.
En la portada de Origame encontramos el título del juego bien grande y debajo vemos a un gato con cierto parecido a los conocidos gatos de la suerte dorados chinos, manipulando un papel y haciendo una grulla con él.
Cuando abrimos la caja, nos sorprende el contenido ya que tenemos unas cartas cuadradas grandes y con un diseño muy colorido y limpio. Son cartas con auras de diferentes colores que nos muestran objetos, animales, cosas variadas en el centro de éstas y que tienen en su esquina superior derecha un número.
Ese número luego nos servirá para sumar puntos al final de la partida de entre todas las cartas que hayamos ganado en las diferentes rondas.
También encontramos un buen taco de hojas de origami, impresas con 2 motivos diferentes a doble cara como los papeles de origami reales y con colores y un diseño llamativo. Vienen bastantes y no debemos tener miedo a usarlas ya que durante la partida cada jugador reutilizará el mismo papel y aguatan bien varios dobleces. Incluso si os apetece, podéis guardarlas para alguna partida posterior más.
Como el juego no tiene texto en su contenido, es totalmente independiente del idioma.
Pasando a hablar de las mecánicas y el modo de juego, el aprender a jugar a Origame es bien sencillo. Tras repartir una hoja de papel de origami y 3 cartas a cada jugador, elegiremos la cara con la que jugaremos esa partida (cisne o dragón) para elegir cada uno la figura que queremos representar en esa ronda.
Deberemos mirarla bien ya que el sensei o encargado de ronda, las recogerá antes de que empecemos a crear.
Tendremos 2 minutos desde ese momento para doblar, girar, arrugar y hacer lo que queramos menos cortar o romper, nuestra hoja de papel.
Tenemos que exprimir todas nuestras habilidades creativas y pensar cómo es la mejor manera de conseguir transformar esa hoja pequeña de papel en la figura que hemos elegido.
Puede parecer que 2 minutos son poco tiempo, pero depende de para qué tipo de diseño tengamos que hacer. Desde que cogemos y elegimos la carta nuestra cabeza ya debe estar pensando y maquinando cuál será la mejor manera de dar forma al pliego de papel.
Es cierto que durante las primeras partidas puede resultar algo frustrante el enfrentarte al papel sin ningún otro medio más que tus manos pero os aseguramos que le iréis cogiendo el puntillo y os picareis a vosotros mismos para seguir consiguiendo mejorar vuestra técnica.
No desesperéis e intentadlo de todas las maneras posibles. Está claro que habrá figuras más fáciles de conseguir y otras más difíciles pero quizá también podéis intentar crear una de las partes de la figura de la mejor manera posible para que la represente y se identifique claramente a la hora de la votación y ganéis la carta de dicha ronda.
Pues bien, una vez suene el temporizador, que en las instrucciones encontraréis un QR con un audio y una cuenta de 2 minutos por si queréis utilizarlo, dejaremos la figura sobre la mesa y el sensei colocará sobre la mesa todas las cartas de la ronda.
Aquí hay que tener bien claro que habrá no solamente las cartas elegidas sino todas las cartas que se repartieron al inicio de la partida para poder elegir una. Eso hace que podamos tener más dudas sobre qué objeto es el de cada quien porque habrá objetos que no pertenezcan a ningún jugador.
Por turnos, iremos votando de quién es cada carta y para ello lo harán las dos personas de cada lado de cada uno de los jugadores. No revelaremos si han acertado o no por si acaso otros jugadores al votar piensan que una carta/creación ya mencionada es la de la persona que tienen a su lado.
Cuando todos hayamos votado, tocará revelar cada uno a qué corresponde cada creación. Si alguno de los dos participantes de nuestros lados ha votado nuestra creación y ha señalado nuestra carta, nos la podremos quedar como recompensa. A su vez, cada participante que haya acertado la carta de otro jugador, ganará una carta de la pila de robo.
Cuando se hayan revelado todas las creaciones, cada participante guardará sus cartas ganadas hasta la fase hasta el final de la partida.
Podremos empezar una nueva ronda, estirando nuestro papel lo primero y el nuevo sensei, que será el participante de la derecha del anterior, volverá a gestionar de la misma manera las cartas.
La partida terminará cuando todos los participantes hayan sido sensei una vez y en ese momento tendremos que sumar los números que aparecen en las cartas ganadas durante todas las rondas. El jugador que más puntos tenga será el ganador.
Es un juego en el que todos jugamos de manera simultánea, no tendremos tiempo de espera entre turnos de jugadores y eso hará que las rondas fluyan bastante bien y sea todo muy dinámico.
Respecto a la escalabilidad, el juego está marcado para ser jugado de 3 a 6 jugadores. Evidentemente, cuántos más seamos, más tendremos que pensar en qué figura unimos a cada persona y cada carta porque habrá más creaciones sobre la mesa. Eso le sube dificultad a la par que diversión pero bien es cierto que el juego es disfrutable a cualquier número de jugadores, pudiéndose incluso aumentar el número máximo indicado.
La rejugabilidad que tiene Origame es bastante elevada ya que, además de contar con bastantes cartas y figuras que vienen por ambos lados de estas, cuando toquen a diferentes personas, tendrán una u otras maneras de hacer la creación en cuestión. También, si en algún momento nos apetece, podremos incluso decidir crear otros objetos o cosas que todos conozcamos para poder encontrar las similitudes entre el objeto real y lo que el jugador haya podido crear con el papel.
Para cerrar la reseña, decir que Origame es un juego que nos permite sacar toda nuestra creatividad para poder recrear la imagen elegida lo mejor que podamos con, tan solo, un trozo de papel. Las personas que hacen origami son gente calmada y es lo que pretende hacer este filler, que nos lo pasemos bien mientras nuestra cabeza piensa en crear y construir formas. Muy recomendado para pasarlo bien en grupo ya que sus partidas son ágiles y dinámicas.