¡Ya está aquí! ¡Ya la tenemos! ¡La baraja de cartas de Zacatrus!
En los últimos años, la afición por los juegos de mesa crece y crece en nuestro país. Las editoriales lo saben y nos invaden el mercado a un ritmo vertiginoso de decenas de nuevos juegos cada mes. De hecho, el ritmo es tan grande que hace que sea difícil estar al tanto de todo lo que sale y, muchas veces, hay juegos que se pierden en el olvido o pasan sin pena ni gloria porque no están en el radar de la gente.
En el fondo esto no es malo «per se», de hecho gracias a esto descubrimos grandísimos juegos, cada vez hay más autores y diseñadores creando nuevos juegos, nuevas mecánicas, ideando nuevas temáticas o narrativas para innovar y hacer más atractivos sus juegos y que la gente se fije más en el suyo que en el de al lado.
En este contexto de vorágine, Zacatrus ha querido coger aire, echar la vista a los orígenes y tener un pequeño detalle con los juegos de cartas de toda la vida, editando su propia versión de la baraja de cartas clásica española. Una edición a la que le han dado un toque personal y con la que han querido modernizar un poco las ilustraciones de las cartas, pero manteniendo totalmente su esencia.
Como no podía ser de otra manera, la baraja incluye las 40 cartas que conforman la baraja española, con sus 10 cartas de cada palo: oros, copas, espadas y bastos. Cada palo cuenta con 7 cartas numeradas del 1 al 7 y luego saltamos a los tan característicos personajes como son: sota, caballo y rey.
Con respecto a las cartas en sí, decir que tienen una calidad bastante buena y las ilustraciones están muy chulas. En general, tienen todas unos trazos simples y modernos, son muy coloridas y son perfectamente reconocibles. De hecho, al igual que ocurría en la baraja clásica, en la baraja de Zacatrus se han respetado las líneas discontinuas de cada palo del reborde de la ilustración de cada carta.
Además, el reverso es muy bonito y es de las cosas que más nos ha gustado ya que es una ilustración que divide la carta en cuatro sectores. En cada uno de estos sectores aparecen representados cada uno de los palos por su color y su símbolo. Y, en medio, la palabra Zacatrus. Una genialidad.
Por otro lado, y como es lógico, la baraja no es un juego por sí mismo. En cambio podrás jugar a todos los juegos que queráis y sepáis que utilicen estas cartas. De hecho, dentro de la propia baraja, Zacatrus ha querido tener un pequeño detalle que se agradece mucho y se trata de una carta con un QR que te lleva a la explicación de varios juegos clásicos de toda la vida como son:
Además, este QR o estos enlaces te llevarán a los vídeos explicación del gran Masivi. Sin duda un motivo extra para ver los vídeos aunque ya sepas jugar a estos juegos.
Pero obviamente, no solo son estos los juegos a los que podrás jugar. Estos son solo unos ejemplos muy clásicos y archiconocidos por todos, pero se podrán jugar a todos los juegos habidos y por haber que conozcáis. Por ejemplo, a nosotros se nos vienen a la cabeza muchos: el cinquillo, la escoba, las siete y media, la brisca, la guerra, el cuadrado, el culo, la pocha, multitud de solitarios o, incluso, para usarse para trucos de magia.
A nosotros nos ha gustado tanto la baraja y nos da tanta pena que las cartas se puedan estropear jugando, que hemos decidido enfundarlas. Sabemos que no es del todo buena idea porque ya no caben en su caja, pero creemos que es por culpa de nuestro toc de querer enfundar todas las cartas de los juegos que requieren un constante manoseo de éstas.
Lo bueno es que si por lo que fuera se ensucian, se estropean o se desgastan del uso, el precio es tan económico que merece la pena comprarse otra en ese momento o incluso comprar varias barajas para tener. De hecho, no olvidemos que hay juegos que en función del número de jugadores, serán necesarias más de una baraja.
Así que en definitiva, creemos que esta edición de Zacatrus de la baraja de cartas clásica es todo un acierto y un pequeño homenaje que han querido hacer. Sin duda, una baraja de cartas que no debe faltar en tu estantería para ser usada cuando vayas a jugar a cualquiera de estos juegos clásicos, ya sea con amigos o familia, en casa o fuera, o ya sea para pasar un rato o para pasar todo el día jugando.