te presenta los monumentos más espectaculares. Descubre sus características y apuesta por sus puntos fuertes para conseguir todas las cartas y ganar la partida.
¿Estás dispuesto a afrontar este desafío?
Así se presenta este juego de la colección Desafíos naturaleza, que nos trae la editorial Bioviva y que son juegos fabricados en Francia. Todos ellos son accesibles para todos los públicos y su característica principal es que su contenido es lúdico y educativo. Además cuentan con la etiqueta medioambiental FSC que asegura que los materiales utilizados para su fabricación proceden de bosques gestionados de forma sostenible.
Ficha
- Número de jugadores: 2 a 6
- Edad Mínima: 7 años
- Duración: 20 minutos
- Interacción: Competitivo
- Mecánicas: Betting/Wagering, Set Collection, Trick-taking
- Versiones: Si
- Expansiones: No
- Editor: Bioviva
- Año de publicación: 2009
¿Cuál es su contenido?
- 36 cartas
- 1 reglamento
¿De qué trata?
En estamos ante una baraja de cartas a todo color en las que tenemos diferentes monumentos repartidos por todo el mundo y que son dignos de admirar.
Partiendo de un mazo de cartas igual para todos y bocabajo, iremos enfrentando nuestras cartas contra las de nuestros oponentes eligiendo una de sus características para que, la que mejor sea en esa ronda, gane y el dueño de dicha carta consiga sumar en su mazo individual todas contra las que ha luchado.
¿Cómo se juega?
El objetivo durante nuestra partida es conseguir ser el primer jugador en conseguir tener todas las cartas del juego.
Para empezar, repartiremos el mismo número de cartas, siempre bocabajo, entre todos los participantes hasta que terminemos la baraja.
Será el jugador más joven el que levantará una de sus cartas sin enseñarla y elegirá una de las características de su monumento con la que crea que puede ser el más fuerte ante los demás.
La dirá en alto para que todos lo escuchen indicando el valor que muestra esa característica en su carta.
Tras eso, los demás jugadores levantarán a la vez su primera carta del mazo y, de nuevo sin mostrarla a los demás, comunicarán el valor que tiene su carta en dicha característica.
Será el jugador que tenga el valor más alto el que se llevará todas las cartas jugadas en esa ronda y las colocará en la parte inferior de su mazo.
Si llegara a producirse un empate entre varios jugadores, deberán comparar el grado de conservación de su monumento que viene indicado en el círculo de color en la parte superior izquierda de las cartas. El jugador que tenga el monumento peor conservado, se llevará entonces las cartas.
Habrá ganado por tanto la ronda y deberá comenzar la siguiente, repitiendo los mismos pasos: elegir una característica de la carta que ha levantado y compararla con la característica de sus oponentes.
Seguiremos jugando igual ronda tras ronda hasta que se detone el final de partida.
Los grados de conservación
En la esquina superior izquierda de todas las cartas vemos que aparece un círculo de un color que nos indica el grado de conservación ese monumento.
- Círculo rojo: Monumento cuya conservación está en peligro.
- Círculo naranja: Monumento cuya conservación está amenazada.
- Círculo amarillo: Monumento cuya conservación está un poco amenazada.
- Círculo verde: Monumento cuya conservación no está amenazada.
Además de la utilidad de esta información, utilizaremos esos círculos para resolver los empates cuando se produzcan en alguna de las rondas. Si se producen varios empates seguidos, seguiremos levantando cartas de nuestro mazo personal hasta que alguno de los jugadores que quieren desempatar saque una carta de nivel de grado de conservación peor.
Fin de la partida
Cuando un jugador consiga todas las cartas del juego, la partida habrá terminado y será el vencedor.
También podemos programar el tiempo de duración de la partida y, tras haber marcado unos 10 o 15 minutos por ejemplo, el jugador que más cartas tenga en ese momento en su mazo, habrá ganado.
¿Cuál es nuestra valoración?
El juego es uno de los títulos que podemos encontrar dentro de la gran colección de juegos de cartas de la editorial Bioviva: Desafíos naturaleza.
Sus reglas son bien sencillas, fáciles de explicar y entender por lo que la curva de aprendizaje es baja y podremos jugarlo nada más haberlo explicado. Además, si conocemos otros títulos de la colección, ya sabremos jugar ya que todos funcionan de la misma manera.
Viene en una caja pequeña y manejable de fondo azul en cuya portada tenemos el título junto a las Pirámides de Guiza, una de las cartas que forman parte de el juego que nos ocupa. Al abrirla, de manera lateral tenemos la baraja junto a unas instrucciones cortas del mismo tamaño.
Las cartas son de buen grosor y en ellas tenemos en la parte superior las imágenes de cada monumento, a todo color, en la parte central un espacio gris con un mapa ubicando dónde se encuentra dicho monumento en el mundo junto a sus características y un párrafo en la parte inferior que nos cuenta más detalles sobre él.
Gracias a que su caja es de tamaño reducido y no pesa, estos juegos son ideales para caber en cualquier mochila cuando nos vamos de excursión o para que nos acompañen en los viajes y así poder entretenernos en los trayectos o ratos de descanso que tengamos.
Como hemos visto, tienen completa dependencia del idioma porque incluyen textos en ellas pero las podéis encontrar en más idiomas porque la editorial los ha editado en más idiomas.
Analizando ya una partida de , podemos ver que de una manera rápida, sin entreturnos y con un modo de juego muy fluido, estaremos entretenidos a la vez que descubrimos datos sobre cada uno de los monumentos que aparecen.
Tras repartir el mismo número de cartas para todos los jugadores, las dejamos bocabajo en un mazo y el jugador activo empezará levantando una de ellas.
Deberá elegir una de las características de dicha carta que crea que es la más poderosa para poder ganar a las cartas de sus oponentes y llevárselas a su mazo, objetivo principal del juego ya que tendremos que conseguir hacernos con todas las cartas de la baraja para ganar.
Todos empezamos con las mismas posibilidades por lo que deberemos ser astutos y es lo primero que tenemos que tener muy claro al ser jugador activo. Si conseguimos acertar en la elección de la característica que marcará esa ronda, podremos ir consiguiendo mucha ventaja ya que recopilaremos cartas que quitaremos de los montones de los demás.
Las características que podremos elegir cuando sea nuestro turno para enfrentarnos a los demás jugadores serán proeza arquitectónica, fecha de construcción, visitantes que recibe al año y altura. Nos ha gustado mucho que, en esta ocasión, aparezca un mapa del mundo y venga señalado dónde podremos encontrar el monumento. De esta manera, nos ayuda también, aunque veamos escrito el país de origen, en qué lugar del mapa se encuentra.
La manera que tenemos para desempatar en el hipotético caso en el que nuestros datos coincidan, se nos propone fijándonos en el grado de conservación de nuestro monumento, que nos lo indican los círculos de 4 colores de la parte superior izquierda en cada carta.
Vamos a encontrar muchos tipos de monumentos y de sitios muy variados como pueden ser el Monte Rushmore de Estados Unidos, el Mont Saint- Michel de Francia o el Machu Pichu que lo encontramos en Perú.
El ganador de cada ronda será el que comience la siguiente, algo que es muy importante para poder ser el que decide qué característica leeremos. Cuando alguien consiga hacerse con todas las cartas de la baraja, se terminará el juego, aunque podemos programar un tiempo de partida y, cuando finalice, habrá ganado el que más cartas tenga en su poder.
Este juego es perfecto para poderlo utilizar como complemento en clases de colegio. Mediante juegos y de una manera muy interactiva, las barajas de cartas de Bioviva consiguen que los más jóvenes aprendan cosas nuevas, memoricen datos o descubran nuevos lugares, en este caso, mientras juegan con todos los compañeros de clase y mezclan clases de teoría con aprendizaje dinámico.
La escalabilidad de este juego es muy buena ya que está pensado para disfrutarlo en partidas de 2 a 6 personas pero cuantos más seamos, más veremos que la pasión aumenta a la hora de enfrentar nuestra característica frente a la de los otros. Esto se debe a que tendremos que “luchar” contra más cartas y puede que nuestra opción llegue a no ser la más poderosa.
En todo momento estaremos interactuando con los demás porque en realidad competimos con ellos para ganar sus cartas ronda tras ronda. Lo mismo sucederá cuando se produzca un empate ya que podremos tomarlo como una ronda extra en la que enfrentarnos a alguno de los jugadores de la mesa.
La rejugabilidad que tiene es muy alta por varios factores: Primero mencionar que son 4 las características entre las que podremos elegir si somos el jugador activo para que los demás la lean en su carta, y segundo, porque tenemos tantas cartas diferentes y tan variadas que pocas veces van a enfrentarse siempre las mismas entre ellas.
Para terminar esta reseña, queremos decir que, gracias a éstos juegos, que tienen origen francés, pasaremos un buen rato divirtiéndonos en grupo y aprendiendo mientras nos entretenemos descubriendo monumentos y datos sobre ellos de una manera muy ágil y dinámica.
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