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DODO

¡Menudo pájaro!

El dodo acaba de poner su huevo y es tan patoso que se le ha caído del nido. El huevo se precipita hacia el acantilado…Por suerte, vosotros estáis ahí para salvar el huevo antes de que caiga. Colaborad, compartid información, tirad el dado, recoged materiales y construid puentes. Si lográis que el huevo acabe su recorrido en la barca de rescate…¡habréis ganado todos la partida!

Así se nos presenta este juego que nos trae la editorial Devir a España y que ha sido creado por Frank BebenrothMarco Teubner con el diseño a cargo de Cyril Bouquet y Paul Mafayon.

Lo publicó originalmente la editorial Kosmos.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 1 montaña formada por: 1 Placa de base, 3 paredes, 1 cima con soporte para el dodo, 3 soportes para la base y 14 salientes de roca.
  • 1 dodo con su nido
  • 1 huevo tambaleante
  • 1 acantilado
  • 6 puentes
  • 1 barca
  • 58 fichas de construcción
  • 10 comodines de la tribu de los Hagulaminapitopasi
  • 1 dado con adhesivos
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

El dodo es muy despistado y ha dejado caer su huevo del nido desde lo alto de la montaña.

Tenemos que trabajar en conjunto para conseguir construir los puentes en los laterales de la montaña antes de que el huevo avance y caiga sin que hayamos podido hacerlo.

Con diferentes materiales y un poco de ayuda de los miembros de la tribu de los Hagulaminapitopasi lo conseguiremos salvar.

¿Cómo se juega?

Nuestro objetivo será evitar que el huevo caiga y para evitarlo tendremos que construir todos los puentes a tiempo para que llegue sano y salvo hasta la barca.

Preparación de la partida

El juego incluye una hoja de instrucciones con imágenes para que podamos montar correctamente la montaña. Una vez la tengamos:

  1. Colocamos la montaña en el centro de la mesa.
  2. Colocaremos los seis puentes formando una pila dejando el lado marrón boca arriba. Tendremos que prestar atención al orden ascendente de los números, siendo el puente 1 el que está arriba del todo y el puente 6 abajo del todo.
  3.  Pondremos la barca cerca del embarcadero.
  4.  Mezclaremos las 58 fichas y las pondremos boca abajo, colocándolas de forma uniforme alrededor de la montaña.
  5.  Colocaremos el huevo tambaleante en su nido arriba del todo.
  6.  Todos los jugadores se situarán alrededor de la montaña de modo que puedan acceder fácilmente a todas sus caras, a todos los puentes y a todas las fichas.

La partida

El jugador más joven coge los dados, inclina el dodo hacia adelante para que quede mirando hacia abajo y el huevo pueda salir rodando.

En su turno, el jugador:

  • Tirará el dado.
  • Buscará entre las fichas de materiales de construcción el material que coincida con la cara del dado.
    • Si el material coincide, podrá colocarla en una de las casillas vacías del puente que debe ser construido. Si ya no quedan puentes, la colocará en el embarcadero.
    • Si el material no coincide, devolverá la ficha bocabajo, debiendo recordar donde la deja.
    • Si ha encontrado a un miembro de la tribu Hagulaminapitopasi, podrá colocarlo porque funcionan como comodines.

Cuando todas las casillas de un puente estén llenas, podremos descartar las fichas utilizadas y darle la vuelta al puente completado para colocarlo en la montaña. Deberemos asegurarnos de encajar bien las ranuras en los salientes de la roca.

De igual manera, cuando todas las casillas del embarcadero estén llenas, podremos colocar la barca en él.

Las fichas de construcción que se utilicen deben descartarse introduciéndolas por la ranura de la cima y acaban cayendo a la cueva, de modo que no se utilizarán más durante esa partida.

  • Pasará rápidamente el dado al siguiente jugador en sentido horario.

El resto de jugadores repetirán los mismos pasos para conseguir que el huevo no caiga por los desfiladeros.

Variante avanzada

Si queréis hacer la partida más difícil, se pueden incluir menos o ninguna ficha de miembros de la familia Hagulaminapitopasi para que no haya comodines.

Variante profesional

Para un desafío mayor, podemos jugar también con las casillas de calaveras. Habrá que encontrar más materiales para poder construir los puentes.

Fin de la partida

La partida termina cuando el huevo cae de la montaña pero hay que diferenciar dos posibles situaciones:

  • Si hemos conseguido construir los 6 puentes, colocado la barca en el embarcadero y el huevo ha rodado desde el sexo puente hasta la barca, habremos ganado ya que hemos logrado salvar el huevo.
    El huevo está a salvo y lo transportaremos a una isla vecina.
  • El huevo se ha caído de la montaña porque no hemos construido los puentes a tiempo ni colocado la barca, hemos perdido la partida y tenemos que volver a intentarlo.

¿Cuál es nuestra valoración?

DODO es un juego de mesa cooperativo que nos reta a salvar al huevo que cae desde la cima cuando el dodo se ha despistado para mirar a su alrededor y éste ha caído del nido.

Devir nos trae a España este juego en una caja grande de 30×30 muy colorida y llamativa. La ilustración de su portada nos muestra ese enclave isleño en el que vemos la montaña que nosotros mismos construiremos y a algunos miembros de la tribu Hagulaminapitopasi construyendo los puentes que salvarán el huevo del despiste que lo deja caer.

Atrae mucho de primeras y, cuando lo abrimos, descubrimos la cantidad de componentes que tiene en su interior que completa ese atractivo inicial.

Vemos que todo viene colocado en una cuna con 3 divisiones donde encajan perfectamente los distintos componentes. Encontramos troqueles que nos permitirán montar la montaña a todo color de un grosor muy bueno y de excelente calidad. Viene una hoja explicativa aparte de las reglas de juego para explicarnos cómo hacerlo, paso a paso.

También encontramos piezas de plástico gris que utilizaremos como soportes de los puentes que iremos colocando durante la partida así como la cima de la montaña donde dejaremos al dodo y el huevo.

También tenemos las fichas circulares de objetos y miembros de tribu que tienen un tamaño más que aceptable, se ven muy bien y cuyas ilustraciones están hechas a modo de caricatura.

Otro elemento es un dado de madera con pegatinas para personalizar sus caras y el componente estrella y protagonista principal, el huevo.

De un color verde menta con pizcas doradas a modo de purpurina y de un tamaño manejable, nadie se espera que ruede por impulsos cuando lo posamos sobre una superficie.

Al principio pensamos que es una pelota pero no. Funciona de una manera muy curiosa porque no rueda rápido sino que gracias a su composición, cae de una manera lenta y pausada de manera constante y hace que temamos por su integridad ya que no podemos controlarlo completamente.

No tiene dependencia en absoluto del idioma y como imagináis, necesitaremos una mesa para poder jugarlo.

Sus partidas son cortas, duran apenas unos 10 minutos y el modo de juego se explica rápido y de una manera muy sencilla.

Antes de empezar, deberemos preparar el escenario y montar la montaña. En su cima colocaremos al Dodo y su preciado huevo. En la base tenemos unas marcas con diferentes colores que deberemos hacer coincidir con las paredes de la montaña. Pondremos la pieza de plástico en la parte superior y el resto de piezas de plástico las colocaremos en las ranuras de las paredes que serán los futuros soportes sobre los que apoyaremos las rampas cuando las construyamos, por las que rodará el huevo.

Colocaremos todas las fichas de cartón de los recursos alrededor de la mesa bocabajo y dejamos en la cima al dodo recto para que con su cola evite que se caiga el huevo. La primera rampa la colocamos en donde el huevo caerá al principio.

Las demás rampas debemos ordenarlas dejando la número 1 arriba y abajo la número 6. Será el jugador más joven el que empezará y para ello, cogerá el dado.

Queda muy bonito montado gracias a esa gran montaña tridimensional que hace de protagonista del juego.

En su turno el jugador que tiene el dado deberá lanzarlo para ver qué material resulta y poder buscarlo entre todas las fichas que hay bocabajo en la mesa. Pueden darse 3 situaciones mientras se aventura a levantar una de las fichas: que el material coincida y gracias a eso pueda ponerla en una de las casillas vacías del puente a construir, que no coincida y tenga que devolver de nuevo la ficha, bocabajo, a la mesa o que aparezca un miembro de la tribu Hagulaminapitopasi en cuyo caso podrá colocar a modo de comodín para poder seguir avanzando.

Su turno habrá terminado y el jugador siguiente deberá seguir los mismos pasos. Aquí es muy importante el tema de que cuando levantemos una ficha y no coincida, tenemos que estar todos muy atentos a saber cuál era y donde la dejamos para que cuando el dado muestre ese material, poder ir a ella directamente y así ganar tiempo antes de que el huevo siga avanzando. Nos vendrá bien para no tardar en construir la siguiente rampa y conseguir salvar el huevo de una curva más de la montaña.

En el momento en el que todas los espacios de un puente estén llenos, deberemos descartar esas fichas de una manera muy original echándolas por la ranura superior de la montaña para poder colocar el puente en el lateral siguiente a donde tenga que pasar el huevo. Hay que prestar atención y que no nos puedan los nervios a la hora de colocar los puentes porque si no se encajan bien, el peso del huevo podría hacerlo ceder y no habría servido de nada su construcción.

Al haber construido todos los puentes no debemos bajar la guardia y deberemos seguir lanzando el dado por turnos para llenar los espacios del embarcadero y, cuando se llene, poder colocar la barca para que el huevo caiga sano y salvo sobre ella.

El huevo en el fondo es como un contador de tiempo que nos marca como debemos ir avanzando en la construcción de puentes y que marca lo que durará la partida a la que nos enfrentamos.

Hemos de comentar que nos ha hecho gracia y a la vez gustado esas risas nerviosas y movimientos que demostraban un trasfondo de estrés cuando alguien lanzaba el dado y todos los demás intentaban recordar si ya había fichas anteriores de ese material que habían sido desveladas para poder volver a voltearlas o de nerviosismo por ver qué iba a levantar en una ficha nueva nuestro compañero.

Además, habréis visto que en algunas de las rampas aparecen dibujadas calaveras. Eso es porque tenemos disponible un modo de juego profesional para sumar mayor desafío durante nuestras partidas. Nos harán falta más materiales para conseguir construirlos y eso hará que pongamos a prueba nuestra habilidad de una manera aún mayor.

De la misma manera, podemos jugar a la variante avanzada quitando las fichas de miembros de la tribu Hagulaminapitopasi para que no haya comodines de modo que si o si tendremos que conseguir encontrar el material que nos pida la cara visible del dado.

Si o si, nuestra partida de DODO terminará cuando el huevo caiga pero tenemos que saber diferenciar cuándo hemos ganado y cuando no.

Siempre que el huevo haga todo el recorrido y caiga en la barca que nos ha dado tiempo a colocar, habremos conseguido nuestro objetivo de haber salvado el huevo. Si por el contrario, no hemos sido más rápidos que el huevo rodando y éste ha alcanzado un desfiladero en el que no habíamos construido aún, caerá y se habrá echado a perder, teniendo que jugar otra partida para poder volver a ponernos a prueba.

Hablando de su rejugabilidad, es un juego que tiene mucha ya que, por un lado, el azar del dado marca los materiales a encontrar que a su vez están mezclados ocultos bocabajo por lo que las combinaciones de ambos factores son infinitas. También, como hemos visto, el huevo nunca se va a comportar igual por lo que nunca sabremos si por unos desfiladeros irá más o menos rápido y eso hace que el ritmo del juego cambie.

Si pasamos a hablar de la escalabilidad, el juego marca de 2 a 4 jugadores y funciona bien a cualquiera de sus números incluso nos aventuramos a que podría jugarse hasta siendo 6. Al ser cooperativo, cuántas más personas seamos más ayuda podemos tener a la hora de recordar dónde están las fichas de ciertos materiales que ya hemos desvelado y podemos avanzar más ágilmente en la construcción de los puentes. Al jugarlo en partidas de 2, su menor número, nos enfrentaremos a un mano a mano con menos caos a la hora de avanzar.

Por concluir, DODO es un juego que tiene una puesta en escena espectacular que hará las delicias de los más pequeños. Es sencillo y rápido, con un ritmo de juego muy dinámico y lleno de azar a la hora de ir sacando materiales que serán los que, si estamos atentos a las tiradas anteriores, nos harán avanzar en la construcción de puentes.

La ayuda de los miembros de la tribu Hagulaminapitopasi está presente pero deberemos tener suerte para encontrarlos. Entre todos tenemos que salvar ese huevo mágico en un juego que mezcla cooperación, memoria, velocidad y habilidad.

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