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Ouch!

Elige qué carta de cactus quieres tomar y por qué lado le darás la vuelta. Cuando la reveles, puede que obtengas unas flores estupendas ¡o un buen pinchazo en el dedo!

Así se nos presenta Ouch! uno de los primeros juegos de la nueva línea de juegos de pequeño formato Devir Pocket que lanza en 2022 dicha editorial.

Ha sido diseñado por Romain Caterdjian y Théo Rivière e ilustrado por Fran Collado.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 44 cartas de cactus 
  • 1 reglamento en varios idiomas

¿De qué trata?

Tras disponer las cartas de cactus sobre la mesa, en su turno, cada jugador deberá elegir una de ellas y decir por qué lado la va a coger para darle la vuelta. Si por donde la agarra hay un cactus, se pinchará y deberá dejar la carta en el montón de descartes pero si no hay espinas…¡Se la llevará! Gracias a eso, sumará puntos al terminar la partida según el número de flores y los colores de éstas.

Podremos encontrar las flores rojas que nos dan puntos extra o animales del desierto que nos darán una pequeña ayuda si aparecen en la carta que hemos levantado.

¿Cómo se juega?

Empezamos barajando las cartas de cactus y las dejamos sobre la mesa en un mazo, mostrando el reverso de cactus.

Robaremos 6 cartas y las dejaremos junto al mazo de robo, también mostrando el reverso de cactus.

A partir de ese momento, alternaremos los turnos en sentido horario empezando por el jugador más joven o por quien haya ganado la anterior partida de Ouch!.

En nuestro turno deberemos elegir cualquiera de las 6 cartas que hay sobre la mesa y decir por cual de sus lados (izquierdo, derecho, superior o inferior) la vamos a coger para darle la vuelta.

Acto seguido y solamente tocándola por ese lado, la voltearemos para ver su anverso. Nos podemos encontrar con estas situaciones:

  • Si el lado por el que coges la carta tiene espinas de cactus, te has pinchado y no tienes más remedio que gritar ouch! y descartar la carta en la caja.
  • En cambio, si en ese lado no hay nada, lo has hecho genial, no te has pinchado y puedes dejar esa carta delante tuya.

¿Qué podemos encontrar al voltear la carta?

  • Peligrosas flores rojas: Si al girarla nos pinchamos con una flor de cactus roja, además de descartar esa carta perderemos una de las cartas que ya tenemos delante nuestra, a elegir (si es que previamente hemos conseguido alguna). Si al final de la partida todos los jugadores con más cartas con flor roja, ganarán 5 puntos adicionales.
  • Animales del desierto: En su anverso, algunas cartas tienen un animal. Si al revelarla lo contiene y no nos hemos pinchado, podremos aplicar su efecto especial:
    Víbora: Si el siguiente jugador se pincha con una espina, te entregará a ti esa carta en vez de descartarla.
    Fénec: Si quieres, puedes volver a jugar un turno adicional pero con cuidado porque, si te pinchas, perderás ambas cartas.

Tras todo esto, robaremos cartas del mazo central para colocarlas sobre la mesa y que vuelva a haber 6 cartas disponibles. Empieza su turno el siguiente jugador.

Si queremos bajar un poco la dificultad podremos ignorar las reglas relativas a las flores rojas o los animales del desierto. Bastará con eliminar esas cartas del mazo de juego.

Fin de la partida

La partida termina cuando un jugador haya conseguido 8 cartas o se haya terminado el mazo de robo.

Pasaremos a contar los puntos obtenidos de la siguiente manera:

  • ¡Unas flores preciosas!: Sumaremos un punto por cada flor que tengamos.
  • Ramo Silvestre: Ganaremos 4 puntos adicionales por cada conjunto de 4 flores de colores distintos que tengamos.
  • Flores rojas: El jugador que haya obtenido más flores rojas, obtiene 5 puntos adicionales. Si varios empatan, todos los reciben.

El jugador que tenga más puntos, será el vencedor.

¿Cuál es nuestra valoración?

Ouch! es uno de los tres primeros juegos con los que la editorial Devir abre su nueva línea de juegos llamada Devir Pocket.

Todos estos juegos tendrán un denominador común y les caracterizará que son de pequeño formato, económicos y con reglas que se explican en apenas 5 minutos. La nueva línea comienza con tres juegos de cartas sencillos, rápidos y muy divertidos: Ouch!, Walkie Talkie y Veggies.

El que nos ocupa hoy, Ouch! es un divertido juego de cartas en el que tentaremos a la suerte levantando cactus con preciosas flores pero que, si el lado que hemos elegido para sujetar la carta tiene en el reverso un trozo de cactus, tendremos la mala suerte de pincharnos y por tanto no ganaremos la carta para nuestra reserva personal.

En una caja más pequeña que la palma de una mano, nos encontramos que tiene un colorido de tonos ocres desérticos con un cactus con flores en el centro como protagonista.

En su interior, cartas de buen gramaje con muchos cactus por todas partes: en el reverso cactus en el desierto con flores de colores azules, blancas, rojas y moradas pero en el anverso encontramos un fondo rosa con cactus en esquinas y flores o animales del desierto.

El número de flores del reverso nos indica el número de éstas que encontraremos después cuando la giremos pero, a su vez, son el número de lados de la carta (4 como máximo) que contienen lados con espinas. Esta regla se rompe en las cartas que contienen animales ya que cuentan con otro extra añadido, como hemos visto.

Queremos hacer especial mención a la cuna que tiene ya que en el centro tiene una pestaña para levantarla y poder sacar las cartas fácilmente para no tener que volcar la base y además está ilustrada con los animales del desierto que aparecen en algunas de sus cartas.

Es un juego que es totalmente independiente del idioma ya que en sus cartas no aparecen textos.

Pasemos a hablar de su sencillo y directo modo de juego. Tras haber leído sus apenas dos páginas para aprender a jugar, podremos lanzarnos a disfrutar de Ouch!

Barajaremos las cartas y colocaremos 6 de ellas sobre la mesa, mostrando el reverso con cactus floreados. El jugador en turno, deberá elegir una de ellas y, antes de tocarla, decir por cuál de sus 4 lados quiere levantarla. Podrá cogerla por ese lado y darle la vuelta para ver qué se esconde en ese espacio que tocamos.

Podrá suceder que haya espinas de cactus en ese lateral, por lo que nos habremos pinchado y deberemos gritar ouch! para dejar la carta en la caja pero, si hemos tenido suerte y no hay nada, habremos conseguido esa carta para nuestro contador personal.

Veremos que habrá flores de varios colores y que algunos tienen más que otros cactus. Como ya hemos dicho, eso hace referencia al número de lados que encontraremos con cactus al voltearla por lo que tenemos que ser conscientes de ello cuando elijamos una u otra carta. A la hora de elegir carta hay que saber bien cuál de ellos usar ya que es un juego claramente con una mecánica de push your luck en el sentido de que cuantas más flores tenga el cactus, más puntos vas a obtener pero más probabilidades habrá de que te pinches.

Es un juego que premia mucho el riesgo que asume el jugador pero también podemos llevarnos un buen chasco si arriesgamos demasiado. Siempre estaremos tentados a coger los cactus de 3 flores pero sabemos que solo tendremos un 25% de probabilidades de que podamos ganar la carta sin haber perdido un turno.

Sabiendo cómo puntuamos, que es por el número individual de flores que tengamos y por cada conjunto de 4 flores de colores distintos que tengamos (aparte de puntos extra de las flores rojas que analizaremos más adelante), es importante en cada turno ir valorando qué colores de flores nos pueden interesar coger para tentar a nuestra suerte y si no nos pinchamos, sumarlas al contador personal.

Hay algunas cartas que son algo especiales y que nos aportan extras si las conseguimos sin pincharnos. Hablemos más de ellas.

Tenemos las cartas con flores rojas aportan una profundidad mayor y muchos de nosotros intentaremos ir a por dichas cartas ya que al final de la partida, si somos el jugador que más flores de este color tiene, recibiremos 5 puntos extra que son muy golosos. Hay que comentar que no todo aquí es positivo y está bien arriesgar pero tenemos que tener cuidado porque en el caso de que nos pinchemos con alguna de estas flores tras girar la carta, perderemos no solo esa carta que estábamos cogiendo sino también una de las que ya hubiéramos ganado en turnos anteriores.

En este punto, está muy bien arriesgar al principio quizá, cuando no tenemos cartas ganadas porque podremos conseguir un buen avance pero sin perder nada si nos pinchamos.

También contamos con cartas especiales en las que en el anverso encontramos animales que nos otorgarán un pequeño poder. Si encontramos una víbora, nos beneficiaremos si el siguiente jugador se pincha con una espina ya que nos dará esa carta a nosotros en vez de descartarla. Si lo que nos aparece es un Fénec, podremos decidir volver a jugar un turno adicional pero con cuidado porque, si nos pinchamos, perderemos ambas cartas.

Además, en las reglas nos viene indicado que si queremos bajar las partidas un poco la dificultad ya que juegan niños o porque en las primeras partidas queremos ir cogiendo el tranquillo de una manera más sencilla, podemos quitar las cartas con flores rojas o con los animales del desierto para que sea una partida más sencilla.

La partida finaliza cuando alguno de los jugadores haya conseguido 8 cartas pero hay que tener mucho cuidado porque no siempre nos va a interesar finalizar la partida antes que nuestros rivales si tenemos en cuenta el número de flores que tenemos cada uno. Hay que estar bien atento a las estrategias de cada uno de los jugadores para contabilizar mentalmente bien los puntos y saber cuando cerrar si es que nosotros podemos hacerlo.

En el momento de la puntuación, además de tener en cuenta las flores rojas, que ya hemos comentado que nos aportan 5 puntos si somos el que más tiene, veremos si hemos sido capaces de conseguir los conjuntos de ramos silvestres de cada color que nos dan 4 puntos extra por cada uno además de 1 punto por cada unidad de flor que tengamos.

Lógicamente, tras el recuento, el que más puntos haya conseguido, habrá ganado esa partida de Ouch!.

En este juego, tanto la escalabilidad como la rejugabilidad son muy buenas.

La primera porque realmente lo que estamos haciendo es una carrera por ver quién consigue más puntos que sus rivales cuando alguien llegue a las 8 cartas pero la interacción entre jugadores es prácticamente nula y por tanto, da un poco igual si jugamos 2 personas o 5, más allá de la rotación de cartas que habrá sobre la mesa y de tener más competidores a la hora de puntuar.

La rejugabilidad también es muy elevada obviamente por el azar que tienen las cartas expuestas en el mercado como por la disposición de los pinchos en cada una de ellas.

Por cerrar la reseña, decir que Ouch! es un juego muy entretenido de mecánica push your luck en el que tendremos que arriesgar al decidir qué carta levantamos y por cuál de sus lados para poder llevárnosla si hemos conseguido no pincharnos en el intento. Habrá risas, desilusiones, gritos de dolor al pincharse pero todos estaremos de acuerdo en que es una temática muy agradable y durante sus partidas deberemos saber cuando ser atrevidos o cuando ser más conservadores para intentar hacernos con la puntuación más alta y alzarnos con la victoria.

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