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Vegetable stock

Cultiva las verduras, gestiona bien el mercado, y amasa una fortuna en Vegetable Stock. Pero… ¡Cuidado! El desplome del mercado puede estar a la vuelta de la esquina.

Así se presenta Vegetable Stock, un juego creado por Zong-Ger, ilustrado por Poki Chen y que nos trae a España la editorial BrainPicnic junto con Zacatrus.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 58 cartas
    • 5 de mercado
    • 5 de valor
    • 45 de verduras
    • 2 especiales
    • 1 de ayuda
  • 1 reglamento

¿De qué trata?

Vegetable Stock es un juego de cartas rápido y emocionante en el que deberás vigilar de cerca las fluctuaciones del mercado ya que puede cambiar en cualquier momento y desplomarse en cuestión de segundos. Tomates, brócoli, zanahorias… Cultiva las verduras, gestiona el mercado y amasa una fortuna en Vegetable Stock.

¿Cómo se juega?

Preparación

  1. Coloca las 5 cartas de valor en una fila con la cara de mercado básico bocarriba.
  2. Mezcla las 5 cartas de mercado y colócalas al azar sobre las cartas de valor empezando por la izquierda que su valor es 0 y coloca el resto de cartas incrementando el valor progresivamente.
  3. Baraja las 45 cartas de verduras y déjalas bocabajo encima de la mesa formando un mazo de robo.
  4. Voltear del mazo tantas cartas de verdura como jugadores haya en la partida +1.
  5. Elegid al jugador inicial. El juego recomienda que sea quien haya comido alguna verdura más recientemente.

En partidas a 2 o 3 jugadores se debe retirar todas las cartas de una de las verduras, tanto la carta del mercado como de las de verduras. Por tanto, se jugará con solo 4 tipos de verduras.

Desarrollo

Una partida a Vegetable Stock se desarrolla a lo largo de 6 rondas.

En cada ronda y por turnos, empezando por el jugador inicial, cada jugador debe coger una carta de verduras del mercado y llevarla a su stock personal.

La carta que sobra de la ronda se retira pero hará incrementar el valor de las verduras correspondientes una posición por cada verdura que muestre la carta. En el caso de que el valor de la verdura este en lo más alto, dicho valor habrá que reducirlo a 0 como nuevo valor.

En ese momento finaliza la ronda, se cambia el jugador inicial y se comienza una nueva ronda sacando de nuevo tantas cartas en el mercado como jugadores haya +1.

Fin de la partida

La partida finaliza cuando acabe la 6 y última ronda.

En ese momento, los jugadores deberán multiplicar la cantidad de verduras que tenga en su stock por el valor que tenga dicha verdura en el mercado en ese momento.

Se suma el valor que proporciona cada una de las verduras y se obtendrá la puntuación final. El jugador que tenga más puntos ganará la partida. En caso de empate se comparte la victoria.

Variantes

  • Mercado dinámico: Se juega con el reverso de las cartas de valor haciendo que el mercado fluctúe mucho más rápido.
  • Con cartas especiales: Estas cartas se mezclan con el mazo de verduras. Cuando aparezca en el mercado producen los siguientes efectos:
    • Sol: Voltea otra carta de verduras al mercado en esta ronda. Al final de la ronda habrá 2 cartas que afecten al valor de los precios.
    • Tornado: El mercado no caerá en esta ronda. El aumento de los precios se parará en el máximo nivel y no bajará.

¿Cuál es nuestra valoración?

La unión entre BrainPicnic y Zacatrus nos vuelve a traer un juego de cartas rápido, sencillo y super emocionante. En esta ocasión se trata de Vegetable Stock, un juego en el que deberemos especular con el precio de las verduras con el objetivo de intentar que el valor de las que nosotros tenemos en stock al final de la partida sean lo más caras posibles.

Dentro de la pequeña caja, nos encontramos con las 58 cartas que componen el juego. 5 ellas representan a las 5 verduras presentes en el juego: Lechuga, tomate, zanahoria, maíz y berenjena. Junto a ellas se encuentran las 5 cartas de valor, a dos caras y oscilando los precios desde el euro hasta los 5, que será al valor más alto que podrá adquirir una verdura en toda la partida.

La combinación de estas 10 cartas son las que irán indicando durante la partida el diferente valor que tendrá cada una de las verduras. De hecho, al comienzo de la partida se colocarán en el centro de la mesa y de tal forma que cada una de ellas tendrá un valor diferente. De esta forma y colocadas al azar, una valdrá 0, otra 1, otra 2, otra 3 y por último, la quinta fruta valdrá 4.

Aparte de ellas, nos vamos a encontrar con las 45 cartas que formarán el mazo de robo y con las que realmente los jugadores van a tener que jugar y tomar decisiones. Estas cartas, a todo color y con ilustraciones sencillas y agradables, muestran siempre una combinación 3 verduras. Ni una más y ni una menos. Además, pueden mostrar el mismo tipo de verdura sin problema, llegando incluso a haber cartas con las tres verduras iguales.

La partida se va a desarrollar en 6 rondas y la forma de jugarlas son tremendamente sencillas. En cada una de ellas, se sacarán y desvelarán del mazo de robo tantas cartas como jugadores haya en la partida más una. Es decir, a cuatro jugadores por ejemplo, se voltearán 5 cartas. Ahora, por orden de turno, empezando por el jugador inicial que lógicamente cambiará en cada ronda, cada jugador deberá escoger una de las cartas del mercado y llevarla a su zona de juego. Esta elección es muy importante ya que las cartas que se vayan quedando los jugadores son las que irán determinando las verduras que se van a tener en cuenta para su puntuación.

Una vez escogida una carta por el primer jugador, los siguientes harán exactamente lo mismo, teniendo que elegir las cartas sobrantes del jugador anterior. Obviamente, como en el mercado siempre hay una carta más que jugadores, habrá una carta que sobra en cada ronda.

Y esta carta sobrante es la clave de todo. ¿Por qué? Porque las verduras que aparecen en dicha carta son las que se moverán de precio, aumentando un euro su valor por cada verdura que aparezca. De esta forma, por ejemplo, si el precio de los tomates actualmente se encontraba en 2 monedas y en la carta sobrante hay un tomate, deberemos subir su precio a 3 monedas. Pero ¡ojo! porque si el precio de una verdura estaba en su máximo, es decir en los 5 monedas, lo que ocurrirá es que su valor se desploma hasta los 0.

Una vez jugada una ronda, se hará exactamente lo mismo con el resto hasta que hayamos jugado las 6 que conforman la partida. En dicho momento, lo único que tendremos que hacer es ver las verduras que tenemos en las 6 cartas que nos hemos quedado y multiplicar su número por el valor que hubiera exactamente en ese momento de final de partida. Así pues, si tenemos muchas verduras de un mismo tipo pero su valor en el mercado es muy bajo, nuestro puntuación de dicha verdura será muy baja y viceversa.

Una vez que sumamos el valor de todas las verduras que tenemos en nuestra zona de juego teniendo en cuenta el valor que actualmente tienen en el mercado obtendremos la puntuación total. Obviamente, el jugador que haya conseguido más puntos, será el ganador de la partida.

Y así de sencillo: Vegetable Stock une la mecánica de draft con la mecánica de la especulación. Un juego que como vemos hay que saber no solo que cartas coger, sino y más importante aún, qué cartas queremos dejar para intentar que sea la que mueva el valor de las frutas. De hecho, en muchas ocasiones tendremos la tentación de querer coger más cartas que contengan una verdura en concreto pero nos daremos cuenta que si no dejamos cartas que contengan dicha verdura su precio no va a subir. Así que tendremos que saber lidiar con coger algunas y otras dejarlas pasar.

No solo eso, sino que también deberemos estar pendientes del tipo de verduras que van acumulando nuestros rivales para que justamente intentemos que no suban su precio o incluso haciendo colapsar su mercado para que vuelvan a su valor más bajo.

Por tanto, aunque estamos ante un juego muy sencillo de jugar y muy sencillo de mecánicas, hay que pensar un poco más de lo que parece ya que las decisiones que iremos tomando serán determinantes.

Con respecto a la escalabilidad el juego va de los 2 a los 6 jugadores y funciona muy bien a cualquiera de ellos teniendo en cuenta que las sensaciones a jugar con muchos o pocos varía ligeramente. Las partidas a muchos jugadores, se vuelven trepidantes, emocionantes y alocadas. Es muy difícil poder controlar las decisiones del resto de jugadores y por tanto, también las fluctuaciones del mercado y serán partidas con más caos y menos predecibles.

En cambio, a partidas a menos jugadores, tendremos una pequeña capacidad para intuir lo que el resto de jugadores pueden ir queriendo y, por tanto, intentando querer fluctuar los precios a nuestro favor y en contra de ellos. De hecho, a partidas a 2 jugadores, el juego se reduce de tal forma que deberemos quitar, en la preparación de la partida, una verdura del mercado y todas las cartas que contengan dicha verdura. De esta forma, solo habrá 4 verduras.

Por otro lado, con respecto a la rejugabilidad sin duda es una de las características por las que más brilla el juego. No solo por que en cada partida los precios de cada verdura y las cartas que salen al mercado son determinadas al a azar, sino, y sobre todo, porque las elecciones que hagan los jugadores serán distintas y estas decisiones harán que los precios de las verduras cambien de forma distinta a otras partidas.

Además, por si fuera poco, el juego incluye dos variantes para añadir a las partidas algo más de chicha. La primera variante consiste básicamente en utilizar el otro lado de las cartas de valor. Este lado, en lugar del 0 al 5 subiendo de uno en uno su valor, dan un salto ahorrándose el valor 4, pasando de tal forma, del valor 3 al 5.

La otra variante consiste en añadir 2 nuevas cartas al mazo de verduras. Una de ellas, el sol hace que, si durante una ronda sale al mercado, debamos sacar una carta extra de verduras. Esto hará que al final de la ronda no sobre solo una carta sino que sobrarán dos, haciendo que el precio de las verduras varíe mucho más. La otra carta, el tornado hace que no se desplome el valor de una verdura en el caso de que este en su máximo valor y sea una de las verduras sobrantes.

Dos pequeñas variantes que añaden no solo un puntito más a las partidas para hacerlas aún más emocionantes y divertidas sino que también para reforzar aún más si cabe este aspecto de la rejugabilidad.

Por todo ello, y como conclusión, queremos decir que con Vegetable Stock estamos antes un acertadísimo y sencillo juego de especulación en el que procuraremos acumular verduras de diferentes tipos mientras intentamos gestionar las fluctuaciones del valor del mercado para que tus verduras aumenten de valor pero vigilando que no se desplome a la par que intentas hacer lo contrario con la de tus rivales.

Un juego de cartas rápido, dinámico, emocionante y divertido. Apto para todo el mundo, fácil de llevártelo a cualquier lado, con buena escalabilidad y una enorme rejugabilidad para echar un montón de partidas.

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