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Veracruz 1631

Veracruz fue el puerto más importante de las nuevas indias y vio partir a miles de galeones que iban cargados con preciados materiales, destino a la corona de Castilla. Centenares de esos barcos acabaron naufragando por las inclemencias del tiempo y los fuertes temporales.

En el juego de mesa Veracruz 1631 nos transformaremos en mercaderes para gestionar las mercancías a transportar en los tres navíos disponibles para que puedan llegar a puerto sin hundirse debido a una mala distribución de pesos o a la climatología.

Así llega ésta propuesta de viaje de la mano de GDM Games que ha creado Eloi Pujadas (autor también de Troia, Zoom in Barcelona, Shikoku, o Wanted 7, entre otros) junto a Joaquim Vilalta contando con ilustraciones de Alba Aragón.

Ficha

¿Cuál es su contenido?

  • 1 tablero central con los tres galeones
  • 43 cartas de cargamento
    – 32 cajas de material (oro, plata, cacao y maíz)
    – 7 cajas de piedras
    – 4 cajas vacías
  • 4 cartas de inversión de material 
  • 8 cartas de apuesta
  • 6 marcadores para el peso y equilibrio
  • 1 marcador de meteorología
  • 1 doblón
  • 1 reglamento en 4 idiomas

¿De qué trata?

Siempre que la tormenta nos lo permita, tendremos que intentar conseguir cargar nuestros barcos con oro, plata, maíz y cacao.

El destino del Juncal, el Santa Teresa y el San Antonio es la corona de Castilla. Tenemos que ser hábiles y llevarlos allí aunque las condiciones meteorológicas no son muy favorables y nos lo pondrán difícil durante la travesía.

Cada jugador podrá poner en su turno una carga en alguno de los barcos o apostará por el  aventurándose a saber sí llegará o no a puerto al final del viaje. En el recuento final, después de que todos los barcos lleguen a su límite de almacenamiento, veremos qué jugador es el ganador.

¿Cómo se juega?

Preparación

Pondremos el tablero en el centro de la mesa, en el cual vemos los 3 barcos que debemos cargar junto al peso de materiales que cada uno de ellos soporta y su equilibrio de navegación. Pondremos marcadores en los pesos 0 y equilibrios 0 de cada uno de ellos.

El marcador amarillo, que dejaremos sobre el icono de metereología de la parte superior derecha, empezará en la posición 3. Tiraremos el doblón al aire y si sale sol, lo subimos al número 4 y si sale tormenta, lo bajaremos al 2. Así será la metereología del comienzo de la partida.

Mezclamos las 4 cartas de inversión y repartimos una a cada jugador que será privada durante toda la partida. Si sobran cartas de éste tipo por ser menos jugadores, se devuelven a la caja.

También entregamos a cada uno de los navegantes dos cartas de apuesta de su color, y cuatro cartas de mercancía. Con el resto de cartas de mercancía se crean dos mazos de cuatro cartas para situarlos boca arriba en la parte superior del tablero. El resto de cartas se quedan boca abajo en un lado, en un mazo.

La partida

Jugaremos por turnos siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Cada jugador en su turno podrá realizar una de las dos siguientes acciones:

  • Apostar por un galeón
  • Cargar un galeón.

Repetiremos la misma mecánica hasta que el marcador del peso de los tres barcos esté en su zona roja.

Apostar por un galeón

En uno de los tres galeones va el correo del rey y puede que te interese que se hunda por lo que podrás apostar si va a llegar a su destino o no.

Para ello coloca una de tus cartas de apuesta, bocabajo, en la zona de apuesta de cada uno de ellos, en la parte inferior del tablero. Si ya hay alguna, la pondremos encima.

Cargar un galeón

Podremos cargar cajas en los galeones y hacerles mantener o no el equilibrio.

El jugador debe escoger una de las cartas de su mano para colocarla al lado de un galeón. A la izquierda pondremos el oro y la plata y a la derecha el maíz y el cacao. Las cartas con piedras o de cajas vacías pueden dejarse en cualquiera de los dos lados.

Si ya hubiera alguna carta en el barco y lateral del tablero que vas a utilizar, la sobreponemos parcialmente para que pueda seguir viéndose parte de la carta inferior. Acto seguido, moveremos el marcador de peso tantos espacios como el número que indique la carta que acabamos de colocar.

Nunca se podrán colocar materiales que hagan superar ningún límite de ese barco.

En función del lado en el que esté la nueva carta, también moveremos el indicador de equilibrio.

Tras esto, robaremos una carta de cualquiera de los dos mazos visibles. Cuando uno de ellos se termine, crearemos uno nuevo con cuatro cartas y se lanzará el doblón para poder mover el marcador de meteorología. Un resultado de un sol sube el marcador un espacio y uno de tormenta lo baja.

Fin de la partida

La partida terminará cuando el marcador de peso de los tres galeones esté en su zona roja. Ya están listos para zarpar.

Actualizaremos la previsión meteorológica lanzando el doblón una vez más y compararemos ese resultado con los de equilibrio de cada uno de los galeones:

  • El galeón llegará a puerto con todo su cargamento si su valor de desequilibrio es inferior a la posición final del marcador de meteorología.
  • Un galeón se hundirá si su valor de desequilibrio es igual o superior al valor de la posición final en el marcador de meteorología.

Pasaremos a puntuar y será aquí cuando todos los jugadores revelan su inversión inicial y se sumarán puntos de la siguiente manera:

  • Sumamos todos los puntos de carga de tu inversión de los galeones que hayan llegado a puerto.
  • Revelamos las apuestas realizadas en orden. Cada acierto suma, en éste orden, 4, 2 y 1 puntos.
    Cada fallo nos hace perder 1 punto.

El jugador que más puntos haya conseguido, ganará la partida y si se empata, será vencedor el que haya sacado más puntos con la inversión realizada.

Si no han podido llegar a puerto ninguno de los galeones, no habrá ganadores.

¿Cuál es nuestra valoración?

Veracruz 1631 es un juego competitivo que nos traslada al puerto más importante de las Nuevas Indias, Veracruz, para ponernos a cargar diferentes materiales en tres galeones que, si el tiempo atmosférico lo permite y sus cargas no los desequilibran, llegarán sanos y salvos a la corona de Castilla.

Su caja de tamaño medio de tonos azulados nos muestra un gran galeón abandonando la orilla junto al título del juego en grande. Ya con solo verla nos imaginamos la situación y nos invita a abrirla para descubrir el resto de componentes.

Dentro, un tablero de dos alas con diseño en ambas caras, cartas de buen tamaño y gramaje con todos los materiales que podremos ir cargando en los galeones, unos cubitos cuadrados de madera y un doblón al que deberemos pegarle unas pegatinas que indican sol o nubes.

Las cartas tienen un diseño y unas ilustraciones sencillas pero muy funcionales dejando claro el material que llevan las cajas y además con números de buen tamaño para poder ser distinguidos con facilidad.

Queremos hacer especial mención al tablero que, además de ser de muy buena calidad, muestra ilustraciones por ambas caras. Por un lado, tenemos la parte que utilizaremos durante las partidas que tiene, como ya hemos visto, los tres galeones surcando los mares y por el otro vemos un mapa que muestra el recorrido que recorrerán si consiguen completar la travesía.

Sus componentes son totalmente independientes del idioma e incluye las instrucciones en 4 idiomas. Necesitaremos jugarlo sobre una superficie ya que deberemos tener diferentes marcadores sobre el tablero que marcan valores importantes para el juego.

Veracruz 1631 es un juego emocionante que muestra una estructura de filler pero tiene cierta profundidad a la hora de jugarlo. Tiene una curva de aprendizaje sencilla ya que, teniendo claro nuestro objetivo durante la partida y sabiendo las acciones que podremos realizar en nuestro turno, solo queda centrarnos en la estrategia que querremos seguir para intentar vencer.

Empezaremos con una carta secreta en la que apostaremos por un tipo de carga así que lo primero es centrarnos en que, cuanto más carga de ese tipo consigamos que haya en los barcos que consigan zarpar, más puntos sumaremos a la hora del recuento final. Bien es cierto que no podemos ir bruscamente a ponerlos todos en todos los galeones ya que eso hará que puedan perder el equilibrio y de nada habrá servido nuestro esfuerzo.

Además, deberemos jugar un poco al despiste con el resto de marineros porque si ven claramente nuestras intenciones pueden intentar chafarnos los planes y forzar que nuestras cajas con materiales no consigan zarpar del puerto. Nos ha gustado que se incluyan cartas con cajas vacías o que contienen piedras para poder desequilibrar lados de los galeones sin estar dando puntos a tus rivales. Son unas cartas muy golosas cuando aparecen en los montones de robo.

Una vez sabido esto, el siguiente paso puede ser intentar apostar por el naufragio o no de cada uno de ellos para que, una vez dejada la carta de apuesta en la parte inferior del tablero, hagamos que ese barco pierda el equilibrio si hemos apostado contra él, con lo que de nuevo sumaremos puntos a nuestro contador.

Deberemos ir, por tanto, combinando la carga de materiales con las apuestas hasta que el almacenamiento de cada uno de los galeones llegue a su zona roja, lo que indica que están casi en su límite.

En la primera partida pueden no salirnos bien las cosas y parecernos un juego algo difícil de dominar pero no debemos dejarnos llevar por la primera impresión.

Competimos todos con todos los barcos y debemos jugar en las mismas condiciones todos, en ésta ocasión no se reparten por lo que la interacción es elevada. Los cargamentos de cualquiera de los barcos afectarán al resto de oponentes porque puedes hacerles perder sus materiales si hundes el galeón por el que estaban apostando y viceversa, podrán ir a por ti cuando descubran tus intereses. Todo lo que hagamos puede tener repercusión en el recuento final de puntos propio y de los demás.

Un elemento azaroso que aparece en el juego es el doblón que marca el tiempo atmosférico. No deberemos olvidarnos de él en ningún momento y tener muy presente que cuando haya que reponer alguno de los mazos de robo, éste hará su aparición con la consiguiente modificación meteorológica.

Gracias a todo ello, vemos que este juego tiene una rejugabilidad infinita. Tanto el objetivo que nos toca al comienzo, los resultados del doblón cuando lo lanzamos, las cartas iniciales o las de los mazos de robo, todo ello se deja en manos del azar para que el devenir de la partida sea el que marque el ritmo de juego y los resultados finales de cada uno de los galeones.

Si analizamos su escalabilidad, podréis imaginar que cuantos más jugadores seamos, más divertidas serán las partidas y más caos habrá sobre la mesa. Funciona bien a cualquier número de jugadores pero si llegamos a su máximo, 4, veremos que la lucha y la dificultad aumentan.

Por terminar, podemos decir que Veracruz 1631 es un juego fácil de sacar a mesa que mezcla emoción y estrategia en turnos cortos y partidas muy fluídas ya que, cuando menos lo esperemos, el juego habrá terminado porque todos los galeones habrán completado su carga y deberemos ver cuales llegan a la corona de Castilla con todo en su interior.

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Última actualización el 2024-05-07 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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